A pesar de las señalaciones de D. Iraburu, al teólogo mallorquín Luis Ladaria Ferrer, le hicieron Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Y ahora, la «Fundación Vaticana Joseph Ratzinger-Benedicto XVI» premiará al abulense Olegario González de Cardedal. El premio será entregado por el propio Benedicto XVI el próximo 30 de junio.
No sabemos si nuestros vecinos están dispuestos a sacar las conclusiones que surgen de ambos ejemplos de «disidencias privilegiadas». Lo que nos parece claro es que si fuesen honestos deberían reconocer que la crisis de la Iglesia no puede explicarse acabadamente recurriendo al expediente iraburrita de denunciar una «autoridad apostólica debilitada» en su función de cuidado de la ortodoxia, aunque limitando los alcances de su denuncia al nivel de los obispos.
Parafraseando a Largo Caballero: don Iraburu, hay que definirse. ¿Tiene Vd. certeza de que Ladaria y González de Cardedal son teólogos de dudosa ortodoxia? Pues deberá criticar a las altas instancias romanas que les han premiado, por más que ello implique que le encasillen en algún sector eclesial del que quiere desmarcarse. Y si no se atreve ahora con Ladaria, bueno sería que dijera alguna cosa, por ejemplo, acerca de los graves errores doctrinales sobre la Eucaristía de los que se acusa desde hace décadas a Carmen Hernández.