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Del iraburrimiento por incoherencia

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Dice D. José María Iraburu: 

«No escuchen la llamada de quienes declaran extraviados al Papa y a los Obispos. Aléjense de ellos como del veneno. Únanse más que nunca al Papa y a sus propios Obispos en esta hora tan difícil para los creyentes»

Compartimos las palabras y –de acuerdo con el dictamen de nuestra recta conciencia— estamos dispuestos a poner en práctica dichos consejos.
Siguiendo la línea de argumentación moralizante de D. Iraburu, debemos recordar que el pecado de cisma afecta la unidad entre los fieles que es efecto propio de la caridad no sólo en relación con el Papa, sino también respecto de los restantes «miembros de la Iglesia a él sometidos» (CIC, c. 751). Y el cardenal Lluís María Martínez i Sistach es un miembro de la Iglesia sometido al Papa… Por tanto, podría cometerse pecado de cisma respecto del Arzobispo de Barcelona en cuanto cabeza de una Iglesia local, razón por la cual, sin abusar de la paráfrasis deberíamos decir: 

«No escuchen la llamada de quienes declaran extraviado [al cardenal Sistach]. Aléjense de ellos como del veneno. Únanse más que nunca al Papa [y al cardenal Sistach] en esta hora tan difícil para los creyentes»

¿Cómo se explica que Germinans Germinabit arremeta contra Sistach, con justicia o sin ella, con moderación o sin ella, pero en forma sistemática y frecuente? ¿Acaso los curas que redactan esa bitácora pueden invocar un estado de necesidad aprobado por D. Iraburu?

El problema de fondo en el planteamiento de Iraburu es una incoherencia no reconocida. En efecto, si el infocatólico está completamente de acuerdo con la teoría y práctica del ecumenismo, su modo de expresarse respecto de la HSSPX es por completo inactual:  el reloj pastoral de don Iraburu atrasa más de medio siglo. Y si en verdad no está de acuerdo con el ecumenismo vigente, que lo diga sin tapujos, y se dedique a lanzar anatemas con toda tranquilidad. Desde aquí le sugerimos que comience llamando cismáticos y herejes a los representantes de las confesiones cristianas que asistieron al último encuentro de Asís. 
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