| 27 agosto, 2011
Tomado de El Manifiesto.
A veces, en este perro mundo, suceden o se entera uno de cosas que le hacen saltar de júbilo. No cambian nada fundamental, es cierto, pero son signos, destellos, señales… de que un día las cosas pueden realmente cambiar.
Y para que nuestros lectores también puedan sentir este gozo y esta esperanza, nos complace dar a conocer (a quienes aún no lo conocieran) el trabajo creativo del grupo musical de Quebec denominado Dégénération, nombre escogido, sin duda, para mejor combatir a esta última… (“¡Ah, bah! ¡Es sólo música!», exclamarán los amargados de siempre.)
La canción que aquí interpretan (probablemente la más famosa de su repertorio) lleva por título Mes Aïeux (Mis Antepasados). La reivindicación del pasado frente a la futilidad del presente, la defensa del arraigo a la tierra, de la identidad, de las tradiciones: tal es el tema de la canción compuesta con un ritmo trepidante y que —esto es lo extraordinario— aclaman en un concierto miles de jóvenes. Unos jóvenes que nada tienen que ver, por supuesto, con el polvoriento espíritu carca que todo lo enmohece.
¿No se lo creen? Pasen y vean.