EL CATECISMO DE
«Oh santa ciudad de Asís, tu nombre es conocido en el mundo entero, por el solo hecho de que en ti nació el «Poverello», tu Santo, lleno de ardor seráfico. ¡Ojalá puedas comprender este privilegio y ofrecer a las gentes el espectáculo de una fidelidad a la tradición cristiana que sea para ti un verdadero honor sin ocaso.» Se pregunta uno: ¿por qué Dios ha dado a Asís este encanto de la naturaleza, esta fascinación de santidad, que está como suspendida en el aire y que el peregrino advierte casi insensiblemente?
»La respuesta es fácil. Para que los hombres, a través de un lenguaje común y universal aprendan a reconocer al Creador y a reconocerse como hermanos los unos a los otros». (Beato Juan XXIII)
Todo el trabajo de planeación fué hecho por ingenieros expertos. Estos hombres, ebullentes de ideas, veían todo con nuevos ojos. Y lo que vieron, los llenó de aprensión: la bóveda era sostenida con grandes vigas de madera, en forma cruzada, de lado a lado. Enormes cruces. Esas vigas habían estado allí desde que se construyó la basílica, habían cumplido su cometido magníficamente, contra el clima, los temblores, las tormentas, las termitas, todo.
Esas vigas mantenían el techo en su lugar, protegiendo el Altar Mayor para que el Gran Sacrificio pudiera seguirse celebrando per sécula seculorum. Pero los modernos ingenieros y técnicos sólo vieron peligro, en forma de material inflamable en caso de incendio.
El trabajo de reconstrucción terminó satisfactoriamente, en línea con las técnicas ingenieriles más avanzadas y creativas, bajo el ojo científico y supervisión de los mejores en el ramo. Los restauradores se retiraron satisfechos de su trabajo , para continuar con otros proyectos.
Llegamos a octubre 27 de 1986. SS Juan Pablo II anuncia el evento de Asís, a bombo y platillo: 130 líderes religiosos de todo el mundo se reunirián para orar, cada quién por su cuenta, por la paz mundial.
Hubo una amalgama variopinta de hábitos, formas, vestuarios, sabores, colores y olores, donde se aglomeraron católicos, ortodoxos, musulmanes, judíos, budistas, shintoístas, cismáticos, protestantes, hinduístas, shamanes y hasta médicos brujos… y a cada quién le dieron su arbolito.
«…(el Espíritu) se manifiesta de modo particular en
Nacía el “espíritu de Asís”. Algunos se opusieron firmemente, inclusive mostrando un abierto boycott, como el entonces cardenal Joseph Ratzinger, para su crédito. Pero el daño ya estaba hecho. Se profanaron los altares, se degollaron gallinas, se puso la estatua de un Buda, se oró con dirección a
Despúes de pasar el evento, el padre Divo Barsotti, teólogo místico y confesor de los últimos papas, escribió dos veces a SS Juan Pablo II, de que había visto una foto del Dalai Lama en Asís 1986, siendo venerado por católicos y que existía el peligro de nublar la distinción y que la gente se extraviara y perdiera la identidad cristiana en la confusión. Todo fue inútil, vendrían todavía Asís 1993 y 2002.
El 26 de septiembre de 1997, dos temblores de tierra afectaron
Mientras tanto, el papa Juan Pablo II no estaba en Roma, sino en Bologna, en un congreso Eucarístico. Y al día siguiente asistía en platea preferencial en el mismísimo escenario , a un concierto de Bob Dylan, cantante folk muy popular. Junto con 250 000 delirantes espectadores, el Santo Padre escuchó las canciones más famosas de Dylan, “Knockin’ at Heaven´s door” y “A Hard rain’s a-gonna fall”.
Los ingenieros “periti” determinaron finalmente que la bóveda de
I.S.