Carta de lector sobre marcas idolátricas, gestos equívocos e inculturación

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Sin tomar posición al respecto por no ser especialistas en religiones asiáticas, nos vemos, sin embargo, en la obligación de reproducir la siguiente carta recibida por la Redacción. Al Sr. Rodríguez le pedimos un poco más de crédito. Como siempre, esperamos mesura y argumentación en los comentarios.
Estimados señores de Info-Caótica, 
Siendo que, en general, estoy en desacuerdo con vuestro blog, creo haber entendido de Uds. que no realizan censura arbitraria de los comentarios, a diferencia -siempre según vosotros- del blog español Infocatólica. Quizá con vana esperanza, les envío esta carta pidiendo que la publiquen. 
El pasado miércoles 18 de mayo, el Ing. José Miguel Arráiz, uno de los columnistas del blog Infocatólica, publicó el artículo “Juan Pablo II y la marca de Shiva”. En él, el Ingeniero traduce y reproduce una nota de un tal James Akin, “un apologeta católico” (sic), donde este señor afirma que el “Aarti” es simplemente “una forma de saludo indio tradicional… que no tiene ningún significado religioso más que un apretón de manos en la cultura occidental o darle a alguien una corona de flores como bienvenida en Hawai”. A continuación, cita un párrafo de una carta, del 22-11-94, del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, donde se explica “la costumbre y su papel en la sociedad india” (Arráiz/Akin) “… cuando un niño vuelve a casa después de recibir la Primera Comunión y cuando una pareja de casados son recibidos por sus respectivas familias. Hoy en día, el ‘Aarti’ se realiza a menudo para saludar al celebrante principal en un importante evento litúrgico… En tales ocasiones, ‘Aarti’ suele ser ofrecido por una mujer casada católica, y no ciertamente por una ‘sacerdotisa de Shiva como se ha dicho’.” 
Apenas leída esta nota, dejé un muy respetuoso comentario en dicho blog que no fue publicado y, ni siquiera, recibió un “comentario del blogger” aunque sea explicando las razones de la censura. Al comprobar, horas después, la supresión del comentario, dejé otro, que esta vez sí fue publicado con la siguiente aclaración del Ingeniero: “Desde el comienzo dejé claro como trataría los comentarios en este post. Y en este blog yo no hago periodismo católico, aquí los comentarios funcionan de manera que los lectores puedan interactuar con el blogger.” Supuse que ese dejar claro se refería a lo que había puesto en su primer comentario: “Advierto que eliminaré cualquier comentario que interprete como un ataque a Juan Pablo II. Este post no es para debate sino informativo y no admitiré tampoco que se desvíe el tema. El caso Maciel nada tiene que ver con este post.18/05/11 11:18 AM” 
Como quedará claro, mi comentario en ningún momento fue “un ataque” al Papa, ni un desvío del tema. Es más, en el mismo dejé claro que, personalmente, consideraba que Juan Pablo II había sido manipulado, dejando a salvo su investidura y buena intención. Volví, entonces, a insistir con un comentario explicativo, dejando en claro que no hay ataque al Papa de entonces, sino tan sólo se intentaba advertir sobre la existencia de refutaciones del argumento del Sr. Akin.  
Es, me ha parecido siempre como periodista de oficio, un deber del periodista (y escribir un blog es ejercer de periodista, aunque se carezca del oficio y se haga sin salario) que se dice católico es dar lugar al derecho de réplica. En fin, como todo el mundo ligado a la prensa sabe, el no hacer esto es una falta a la ética periodística -ya no sólo la moral católica, sino la mera ética laica. En fin, si Infocatólica no da derecho de réplica, aunque más no sea como comentario, suprimiendo o censurando todo aquello que no gusta (aunque haya sido escrito con respeto, cuidado y dando argumentos), va por mal camino. Deja de ser periodismo y se transforma en propaganda. En la peor propaganda, la que justifica cualquier medio -incluso el ocultamiento de la verdad- para lograr un fin, por muy bueno que éste sea. 
Yendo ahora al tema, aconsejo buscar en Internet quién es este Sr. Akin, podemos hacerlo en Google o similar, como Jimmy Akin o James Akin. Irremediablemente aparecerá una lista cuasi infinita de resultados con el mismo texto que reproduce Arráiz. Los que por oficio estamos acostumbrados a olfatear “publi-notas”, “información viral”, trolls, spam, etc., rápidamente detectamos este tipo de operaciones. No decimos que sea el caso, pero nos hizo sospechar cuando por primera vez, hace años, leímos lo de este señor “apologeta católico”. El hecho es que descubrimos que el argumento de Akin había sido contradicho por otros, sin que estas contrargumentaciones recibiesen la misma publicidad que la nota original. 

El caso más notable es el del Profesor Luiz Mascarenhas de la Universidad de Goa (India), quien publicó hace mucho tiempo una nota donde, como indio de tradición portuguesa y con varias generaciones (cientos de años) de católico encima, negaba la existencia de esta supuesta costumbre; no sólo entre su comunidad católico romana indo-portuguesa, sino también entre siro-malankares, e -incluso- nuevos católicos (descendientes de conversos modernos evangelizados por misioneros ingleses o irlandeses). No negaba que pudiese existir algo entre comunidades de base donde se experimenten formas de adaptación del “Aarti” de la tradición hindú con fines de inculturación. Sólo lamentaba que no se hubiese dado el mismo protagonismo a las tradiciones verdaderamente cristianas de los católicos indios. 
Por otro lado, tenemos lo que nos dicen los libros clásicos de orientalismo o hinduismo acerca del “Aarti” que, comprobaremos, no tiene nada de “forma de saludo indio tradicional”, como dice el Ingeniero Arráiz. 

El Profesor Fabrizio Ferrari, de la Univ. de Chester, dice “el aarti (ceremonia ritual en honor de un dios o más) se realiza todas las noches como una costumbre tradicional hindú” (Health and religious rituals in South Asia). En su Breve Diccionario del Hinduismo, Brahmacharini Usha aclara: “aarti: un movimiento ceremonial de luces frente a una deidad o santón hindú”. Desde otro ángulo, The Encyclopedia of Sikhism, de H. S. Singha, lo designa como “una forma de adoración hindú en la cual se encienden 100 lámparas que se mueven en un orden prescripto frente a ídolos de dioses y diosas, y algunas veces frente a personas importantes”. Explica, por ejemplo, el Dr. Shashi Tharoor, en su glosario a La gran novela india, “Aarti: rito religioso hindú que consiste en agitar ceremoniosamente lámparas encendidas frente al objeto al que se pretende adorar o venerar.” 

Lo que recibió el Papa en aquel viaje a la India sobre su frente no está claro por la mala definición de la fotografía. Es posible que se trate del tilak o tilaka (una o varias líneas), que simboliza el tercer ojo, el ojo de la mente, que se asocia -en la tradición hindú- con la iluminación espiritual de los dioses. Otra posibilidad es que sea el bindi (un punto o marca circular, tiene muchos nombres distintos según la región) que representa la sexta chacra del Hinduismo, punto de fuga de la energía libidinosa. 

Claramente vemos entonces que lo que se hizo a Juan Pablo II no fue un “Aarti” y que, aún cuando no fuese la marca de Shiva, se trató de un acto de origen hindú con fuertes connotaciones idolátricas. 

Y para sustentar este argumento sobre el irenismo de la ceremonia, traemos a colación dos testimonios. Primero, el del Rev. Paul Collins, quien, en su libro Christian inculturation in India, explica el uso sincrético de símbolos paganos por neoconversos indios, en este caso anglicanos. Entre ellos, se menciona varias veces al “aarti”, el “tercer ojo”, etc., junto a otras prácticas hinduistas. 

En segundo término, tenemos la nota del ceremoniero del Papa Juan Pablo II y encargado de la organización de esta ceremonia, Misa Votiva de Cristo Luz del Mundo, durante la Visita Pastoral a Nueva Delhi en noviembre de 1999, Mons. Piero Marini. Dice allí: “La Misa en el Estadio contará con tres danzas indias. Dos a la entrada. La primera será una danza tribal que presidirá a los sacerdotes y obispos hasta el podio antes del arribo del Santo Padre. La segunda será una danza de rezo que presidirá a los cardenales tras el arribo del Papa al Estadio. La tercera será una danza de ofertorio que presidirá a las personas que porten las ofrendas hasta el altar. En el momento de la Doxología, cuando el Santo Padre toma el cáliz y la patena con la Hostia, se realizará el “Aarati”, que es un signo de veneración, por un grupo de jóvenes mujeres. El “Aarati” consistirá en lo siguiente: el Pushpa Arati, movimiento de una bandeja con flores con una Deepak (luz) en el centro y la lluvia de pétalos; el Dhupa Aarati – el homenaje del incienso; el Deepa Aarati – el homenaje de la luz, moviendo el fuego alcanforado y sonando campanillas.” (Nota del Maestro de las Celebraciones Papales del 23 de octubre de 1999.) 

Por lo tanto, las palabras que el Ingeniero Arráiz dirige al Sr. Marcelo con el siguiente tenor “en vez de reflexionar y hacer penitencia por no haber verificado los hechos antes de repetirlos persevere… Yo de ser usted estaría haciendo penitencia y quizá incluso gargarismos con agua bendita.”, debería aplicárselas, en primer lugar, a él mismo. 

Sin otro particular, me despido muy atentamente, esperando no haber perdido el tiempo, 

Juan Rodríguez

(Mendoza)


Fotografía de la polémica y la confusión

REDACCION: Hemos hecho algunas mejoras cosméticas para facilitar la lectura. Sin embargo, conservamos la gramática original.-

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