“Ent.: ¿Dedica mucho tiempo a actividades relacionadas con
? la Iglesia
W. H. A.: No, aparte de ir a misa los domingos.
Ent.: Pero usted tiene reputación en los círculos teológicos, ha tenido algunas actuaciones en el gremio de eruditos episcopales.
W. H. A.: Ah, eso sólo tenía algo que ver con ciertos consejos que querían para llevar a cabo la revisión de los salmos. Soy un adversario apasionado de la reforma lutúrgica y preferiría que el devocionario estuviese en latín. El rito es el lazo de unión entre los muertos y los nonatos y requiere un lenguaje sin tiempo, lo cual, en la práctica, significa una lengua muerta…
Rosembaum, D. Conversaciones con los escritores, Kairós, Barcelona, 1980, p. 229.