| 03 noviembre, 2016
Hoy le he dado otro empujón a la lectura del documento católico-luterano, ya voy por la pg 49. Mañana, el documento ya entra en el meollo de temas mucho más sustanciales. Ya os diré conforme vaya leyendo. De momento, ya es algo tan bello, tan enternecedor, el que los luteranos y los católicos hayamos podido contar conjuntamente la historia de nuestra división. Esto es un grandísimo paso. Si nuestros antepasados hubieran podido ver en este momento. Esto es una alegría. Por favor, que nadie se quede sin entrar en la sala del banquete donde celebran los dos hermanos separados y enemistados.
No es un banquete de perfecta unión, de perfecta reconciliación, de total comunión. Pero ya son pasos muy grandes. Donde había odio, ahora hay amor. Lo repito: que, como en la parábola de Jesús, ningún hermano fiel y obediente se quede fuera. Fuera de ese banquete de alegría no está la obediciencia ni la ortodoxia, y dentro el relativismo y la falsa unión. No. Es una verdadera y sincera reunión de hermanos en la verdad, en el reconocimiento de nuestras diferencias.
No negamos nuestras divergencias. Pero nos reunimos en lo que nos une. Haber contado la historia de la separación de un modo conjunto (es hasta donde he llegado en el documento), ver como el Papa se reunía con varios obispos suecos, ¿no es algo que debía estar deseando nuestro Padre común?
¿Qué comentario haría un San Francisco de Asís de este encuentro? Donde haya odio… ¿Qué comentario haría Santa Teresa de Jesús, tan unida al Sucesor de Cristo? ¿Podemos imaginar al Padre Pío murmurando por las esquinas contra el Vicario de Cristo por reunirse a orar con otros seguidores de Jesús?
Entiendo a los que se han fijado en los peligros de esta declaración, en los riesgos de este encuentro. También para ellos tengo comprensión. Son hijos ortodoxos de la Iglesia que desean hacer lo mejor, lo más santo. No tengo para ellos ninguna crítica. Pero éste ha sido un momento de alegría, para mí lo ha sido.
Hispalensis gracias por tu punto de vista. Pero no me conduce a nada. En este tema me ayudan mucho más los comentarios del Padre Fortea.
@ Águila de Patmos:
¿Por qué hay que hacer continuamente una exégesis de las palabras del Papa para interpretarlas conforme a la tradición? Qué cosa más rara: al Papa que dicen que habla tan llanamente, tienen que estar continuamente interpretándolo para saber qué quiere decir; en cambo a Benedicto XVI, que decía que hablaba en un lenguaje muy culto, se le entendía todo de forma recta sin tener necesidad de intérpretes.
Muchas gracias por los post que está escribiendo sobre este tema. Es indudable que a muchos nos desconcierta lo que hace el Papa pero también es cierto que ante ese desconcierto debemos buscar las interpretaciones más favorables al Santo Padre y si un determinado acto puede leerse de dos formas distintas hay que escoger la más acorde a la doctrina de Jesucristo. En esta tarea, sus comentarios arrojan mucha luz. Porque de quienes nos hunden en el pozo de la perplejidad estamos hartos. Se echa mucho de menos la prudencia a la hora de descalificar al Santo Padre.
Too much edulcorante en el post de hoy, Páter. Me pareció más razonable el primero.
Padre Fortea: Con respeto le digo que su pensamiento es más acorde con la web en la que escribía usted antes y con sus lectores, que con esta. Dice ustes el Padre estará contento viendo al papa reunirse con varios obispos suecos. Olvida usted que los «obispos» suecos no son verdaderos obispos: carecen del sacramento del orden y de la sucesión apostólica. Que son personas disfrazadas de obispos, vale, pero no son verdaderos obispos. Eso por no hablar de la «obispa» lesbiana «casada» con una sacerdotisa…
Propiamente hablando, los únicos que han dañado la unidad visible de la Iglesia son los protestantes, porque la han abandonado, la Iglesia, la única fundada por nuestro Señor Jesucristo. Sin embargo, el papa Francisco habla de la implicación de los católicos en el daño que afecta a esa unidad visible.
Mi madre, ¿cómo entender esto? El papa Francisco ha predicado parte de la verdad católica en su reciente viaje conmemorativo a Suecia, mas se expresa hacia la comunidad luterana en pie de igualdad con la católica, cuando esto no es cierto, es herético; es contrario a la eclesiología del Concilio Vaticano II y a la de la «Dominus Iesus». Es contrario al único sentido que para la Iglesia católica debe tener el ecumenismo: la permanente exhortación a que vuelvan al seno de la llamada Esposa de Cristo, todos los que o se han marchado siendo católicos, o han nacido en comunidades protestantes y en estas han sido educados en la fe.
Y en cuanto a la afirmación pontificia de que es más lo que nos une que lo que nos separa… Nos une la fe en Cristo, ciertamente, como el Señor, el único salvador de la humanidad. Pero hay teologías tan distintas entre la Iglesia católica y el resto de comunidades surgidas de la Reforma, hay eclesiologías tan incompatibles, hay tantas diferencias doctrinales por causa de la labor de corte y poda de Lutero que…
Que además sorprende esto: los cristianos protestantes de corte «ortodoxo» y no liberal no tienen ningún interés en el ecumenismo con la Iglesia católica; son principalmente las tendencias ultraliberales surgidas en el seno del llamado cristianismo reformado las que sí parecen estar interesadas en el diálogo ecuménico con la Iglesia católica, pero ¿tal diálogo es porque en verdad anhelan una vuelta a casa, al seno de la Iglesia, o porque esperan de esta una mayor comprensión hacia opciones claramente antibíblicas como son el aborto, la homosexualidad…? Y encima o para más inri, estas comunidades protestantes liberales que se ha encontrado el papa Francisco en Suecia son prácticamente estériles, están casi muertas del todo, en ellas no hay militancia cristiana ni por el forro, nada. ¿Y entonces?
Todo esto es asombroso y le deja a uno un poso de perplejidad que no está ni en los escritos.
cfr. http://ayporquenosoycomodonquijote.blogspot.com.es
Doy fe de la errata. Quise decir «Sucesor de Pedro» no de Cristo. Amigo Sancho, aunque no estemos de acuerdo, tu comentario es un ejemplo de comentario con sustancia, que aporta al post, que puede estar incluso más documentado que el post.
Estimada Pandora, no hagas en un comentario lo que no harías en la vida real. Burlarte de un sacerdote de Cristo es algo que no le gusta a Jesús. Te lo digo aunque yo mismo sea la víctima. La buena intención no te eximirá de tener que confesar esta falta.
Se le olvida el detalle de que el hijo pródigo no solo no se ha arrepentido, sino que ha llegado al colmo de nombrar obispas a lesbianas «casadas» con una mujer. No sé que comentarían los santos que cita de ese encuentro, pero esto dijo santa Teresa de Jesús sobre los luteranos: «Venida a saber los daños de estos luteranos y cuánto iba en crecimiento esta desventurada secta, lloraba con el Señor y le suplicaba remediase tanto mal». Decía muchas veces que, si fuera lícito que las mujeres pudieran ir a enseñar la fe cristiana, fuera ella a enseñarla a tierra de herejes, aunque le costara mil vidas.
En cuanto a san Francisco de Asís, tenemos el ejemplo de cómo se relacionaba con los musulmanes para procurar convertirlos. Esto le dijo al sultán Malek-al-Kamil: «No son los hombres quienes me han enviado, sino Dios todopoderoso. Vengo a mostrarles, a ti y a tu pueblo, el camino de la salvación; vengo a anunciarles las verdades del Evangelio». «Si tú y tu pueblo están dispuestos a oír la palabra de Dios, con gusto me quedaré con ustedes» – dijo Francisco – «Y si todavía vacilan entre Cristo y Mahoma, manda encender una hoguera; yo entraré en ella con sus sacerdotes y así verán cuál es la verdadera fe». El sultán no se atrevió a hacerlo, pero llegó a decir: «Si todos los cristianos fueran como Francisco, entonces valdría la pena ser cristiano».
Por último, san Pío de Pietrelcina no diría lo que tuviese que decir al Vicario de Cristo murmurando por las esquinas, sino de frente, y si hace falta, delante de todos, como hizo el apóstol Pablo.
Me hago las mismas preguntas que Pandora.
Santa Teresa nunca estuvo unida al sucesor de Cristo porque Cristo no tiene sucesores. Estuvo unida, eso sí, a los sucesores de Pedro en su tiempo, Vicarios de Cristo. Exorcista, a tus demonios.
Cuídese. A su edad no es bueno andar leyendo cosas raras.
Se encuentra bien? leyendo su articulo me han entrado grandes dudas.