Los periodistas religiosos que nos hacen sufrir… y que tienen razón

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Hay ciertas noticias sobre ciertos eclesiásticos que son para echarse a llorar. Lo triste es comprobar que son ciertas. De verdad que uno intenta cubrir las vergüenzas ajenas, pero hay momentos en que realmente uno no sabe qué decir. No me estoy refiriendo a ningún escándalo de sexo. Lo que verdaderamente me entristece es cuando los que tienen el deber de cuidar a la Iglesia no lo hacen. Cuando los puestos como guardianes no custodian la viña. Los periodistas tienen que cumplir su función. Nunca acusaré a un profesional por dar la noticia que tiene que dar. Pero lo mismo que hay profesionales del periodismo, hay (o debería haber) profesionales en la labor de custodiar la Iglesia. 

Mi blog, desde luego, no es de periodismo. Pero es que ayer la cantidad de noticias impresionantemente negativas, objetivamente verificables, fue abrumadora. Y en un solo día. Es mejor no repetirlas, porque llenan de tristeza a los que amamos a la Iglesia. Pero está claro que alguien debería dar cuentas ante alguien.

Lo que está claro es que detrás de todo esto no hay maldad, sólo ineptitud. Ineptitud en el que promovió a alguien para un cargo, en el que ostenta el cargo y en los que mantienen el estado de cosas. La Iglesia debe ser reformada. Pero no por los que han creado el problema y son parte del problema. Se necesita meter masivamente dentro del sistema almas completamente nuevas, limpias y espirituales.

Tú y yo nada podemos hacer salvo rezar por la Iglesia y hacer lo mejor posible nuestro trabajo día a día.
Comentarios
2 comentarios en “Los periodistas religiosos que nos hacen sufrir… y que tienen razón
  1. De los laberintos se sale hacia arriba. La tristeza no es solamente nuestra, Nuestra Señora ha dado claras indicaciones que hay que leer, tuvimos la bendición de estar en Akita -Japón- un mensaje clarísimo en un lugar impensado, claro allí hubo dos bombas atómicas lo que lo hace un lugar único. Entre otros párrafos hay uno que está muy cercano:
    «La obra del demonio infiltrará hasta dentro de la Iglesia de tal manera que se verán cardenales contra cardenales, obispos contra obispos. Los sacerdotes que me veneran serán despreciados y encontrarán oposición de sus compañeros…iglesias y altares saqueados; la Iglesia estará llena de aquellos que aceptan componendas y el demonio presionará a muchos sacerdotes y almas consagradas a dejar el servicio del Señor.
    «El demonio será especialmente implacable contra las almas consagradas a Dios. Pensar en la pérdida de tantas almas es la causa de mi tristeza. Si los pecados aumentan en número y gravedad, no habrá ya perdón para ellos».
    Let us pray, Sacre Coer de Jesus……
    Afectuosamente, Claudio

  2. Está claro que la ambigüedad y confusión que se propala desde Roma llega enseguida a las periferias con velocidad telemática. Vamos de culo y cuesta abajo, como se dice vulgarmente. Y no hay quien lo pare puesto que esos bajones hasta se consideran las nuevas sorpresas del espíritu, confundiendo al Espíritu Santo con el espíritu del mundo. Todavía no se ha alzado en Roma una voz que diga » no era esto, no era esto «. Quien calla cuando debe hablar otorga, ya lo creo que otorga.

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