| 29 noviembre, 2016
Si matando, persiguiendo a la Iglesia, torturando, robando y oprimiendo la posibilidad de que se nos otorgue la salvación eterna fuera exactamente la misma que orando, ayunando, sacrificándose y viviendo en pobreza, entonces el camino del Bien y la virtud sería un camino que llevaría al Cielo lo mismo que el camino del mal y del vicio.
O dicho de otra manera, a la inversa, el camino del Bien y la virtud conduciría al infierno exactamente lo mismo que el camino del Mal y del vicio.
No sé, pero tengo la sospecha de que la Biblia no dice exactamente eso, ni algo parecido, ni algo que lejanamente suene a eso. Si no recuerdo mal, ¿Jesús no nos habló de dos caminos, uno de los cuales llevaba a la salvación y el otro a la condenación?
Si todo da lo mismo, como pretenden algunos, prefiero llegar al Cielo por el camino más cómodo posible. Pero no, no es así. Las cosas no son así, porque Dios no es así. Yo creo en el Dios de la Biblia, no en el Dios del buenismo. A los buenistas les da lo mismo todo, porque a su dios le da lo mismo todo.
Sin embargo, os aseguro que al Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob NO le da lo mismo todo. Cada acción tiene sus consecuencias. Y hay acciones que tienen consecuencias eternas. Hay acciones que matan el alma. Hay actos que llevan al infierno.
Jamás he afirmado que Fidel Castro esté en el infierno. Ni lo he dicho ni lo he escrito ni lo pienso. Sólo digo que Fidel Castro, después de toda una vida repleta de acciones gravísimas, acciones que llevan a la condenación eterna, sin que nos conste su arrepentimiento en ningún momento de su larga vejez, ha afrontado el juicio inapelable y riguroso de Dios. Sólo he dicho eso y nada más que eso. Nada sé del juicio divino acerca de esa alma en concreto. Pero del juicio en general sé lo que nos ha dicho Dios: porque el juicio será sin misericordia para el que no ha mostrado misericordia (Santiago 2, 13).
¿Dónde está Fidel Castro ahora? Os lo voy a decir, porque os aseguro que lo sé: o está en el lugar donde hará penitencia y no saldrá hasta pagar incluso la última pequeña moneda (Lucas 12, 59), o está en el lugar donde ya no tiene que hacer ninguna penitencia, porque la sangre de Cristo no fue derramada por él y su nombre no se encontró en el Libro de la Vida.
Sancho: ¿no se da cuenta del cinismo de su comentario? ¿Fidel Castro deseoso de justicia social, de acabar con la explotación y la miseria? si precisamente es lo que trajo a Cuba: explotación, miseria y falta absoluta de derechos humanos y justicia.
Si los deseos de Fidel Castro hubieran sido por un momento acabar con la explotación y miseria, debería haber dimitido hace mucho, al ver que causaba precisamente explotacíon y miseria. Si se ha perpetuado su poder absoluto durante tantos decenios, es precisamente porque no era este su objetivo. Por lo visto, lo que sí ha conseguido es que un monton de fanáticos o bobos hayan creido sus mentiras.
«Sancho» lo tuyo es de bendito en el sentido de no profundizar. Que el Señor ya nos dejó dichas las cosas para que no nos confundamos con «falsos profetas», gente «buena» , acciones malas en las que el propio sujeto u otros quieren ver «buenas» intenciones. Y la norma es sencilla: «…por los frutos los conoceréis…no puede el árbol malo dar buenos frutos…»(Mt. 7,16…).
Y si olvida hoy fácilmente que el principal mandamiento y más importante y, por tanto, el que revista mayor gravedad de pecado, es el Primero, Amar a Dios sobre todas las cosas, tributándole el honor debido. Este es un buen punto de toque para ver la calidad del oro o del oropel. No todo da igual buenistamente.
Tengo que darle las gracias por este excelente artículo. Ideas muy claras y muy bien expresadas.
SANCHO RIMA CON CAGANCHO
Osea que tu no haces juicios de intenciones, pero esos errores que dices, que son cientos de miles de asesinados directa o indirectamente, en mozambique, en angola, en Bissau, en Cuba, millones de empobrecidos mientras el y su hermano viven a cuerpo de Rey con sus yates y residencias privadas y sus mulatas, el traficar con cocaina y luego cuando le pillan asesinar a un general y varios coroneles para echarles el muerto, y el tener a su pueblo durante años sometido a una pobreza obligada eso BIEN PUDIERAN HABER SIDO DESEOS DE JUSTICIA SOCIAL.
Querido Sancho creo que cuando la biblia dice según creo recordar que el numero de los necios es infinito o inmenso, sin duda habla de ti. Es que te retratas. Ten cuidado que con tu nivel de razonamiento cualquier día te olvidas de respirar.
Recemos por el alma de Castro, y porque Dios nos libre de todos los dictadores asesinos y sanguinarios, pero sobre todo sobre todo porque de una vez por todas erradique la estupidez en el mundo y nos ahorremos comentarios como el tuyo.
Yo tampoco sé nada del juicio divino acerca de esa alma en concreto; por eso no me atrevo a hacer juicios de valor sobre las motivaciones de sus actos que, en su caso, con todos sus errores, bien pudieran haber sido deseos de justicia social, de acabar con la explotación y la miseria. Su irónica «elegía» es presuntuosa. No se trata de creer en el Dios del buenismo, sino en el que tiene a bien pagar a quienes han trabajado solo la última hora lo mismo que a los demás.