Hay secuestradores que secuestran a una persona, otros a cinco, otros a veinte personas. Hay secuestros de más de cien personas. Maduro es de los pocos casos que tiene secuestrado a todo un país.
Por eso quiero manifestar todo mi apoyo al heroico pueblo de Venezuela frente a Mostachones. Hoy, por cierto, le escuché a él diciendo que si queríais hacer una votación, que la hicierais, pero dentro de la ley, porque no la había aprobado la Junta Electoral. Ja, ja, muy bueno, Mostachones, muy bueno. Que seas tú precisamente el que ahora pidas que todo sea haga dentro de la ley. Lo que sí que te aseguro que se realizará con todas las formalidades de la ley será tu juicio ante un tribunal internacional.
Tu fotografía entre dos policías alegando ante un colegio de jueces que padecías algún tipo de patología mental, que eras inmaduro y que no recuerdas nada de lo que hiciste en los últimos diez años será épica. O, mejor dicho, sería épica. Porque todos sabemos que más que por la vía penitenciaria como futuro para tu vida, más bien te inclinas por vía titánica; es decir, la del Titanic.
Has metido tanta presión a la sociedad, que el día que se inunden dos o tres cámaras más, te vas a asomar a la ventana del puente de mando y vas a descubrir que no queda ni la banda tocando en cubierta. Vas a exclamar: “¡Qué barbaridad! Pero si han huído hasta las ratas”.
De momento, uno de los pocos consuelos que tienen tus súbditos es que no necesitan hacer parodias de ti. Eres muy cortito de luces y eso lo sabe hasta el último de los habitantes de Mostachodonia.