Voluntad de Dios

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28-LA-VOLUNTAD-DE-DIOSTodos los perros hacen lo mismo cuando ven al veterinario: se esconden detrás de sus dueños, se meten debajo de la mesa, o se tumban en el suelo con cara suplicante. ¿Y todo eso, por qué? Porqué les van a hacer cosas desagradables, cosas que no les gustan.

Y cada vez que vuelven a ver al veterinario vuelven a dar muestras de lo en desacuerdo que están los pobres. Pero nosotros, los dueños, les hacemos pasar por todo eso, porque les viene bien, por su bien, porque en definitiva les queremos, pero a pesar de eso, ellos no lo entienden ni lo entenderán jamás.

A nosotros nos pasa lo mismo con Dios, cuando nos pasan cosas desagradables, dolor, tragedia, miramos a Dios y le pedimos cuentas preguntándole por qué deja que pasen esas cosas e incluso nos enfadamos con Él porque, al igual que los caninos, nosotros tampoco entendemos porque nos pasan esas cosas.

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Pero, al igual que nuestras mascotas nos siguen queriendo incondicionales y fieles, tenemos que intentar así también nosotros portarnos con Dios, ya que sí nosotros queremos el bien de nuestras mascotas, más nuestro señor Jesucristo quiere nuestro bien, que hasta el último pelo de nuestra cabeza lo tiene contado.   Inés de Fátima

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