PUBLICIDAD

Tortícolis obligatoria y eclesiomedicina, por Jorge González Guadalix

|

Jorge González Guadalix / De profesión, cura – De esto no habíamos hablado nunca, pero me dicen que existe medicación “ad hoc” para enfermedades personales eclesiológicas. Así que he preguntado en las farmacias especializadas y esto es lo que me han podido confirmar.

Quizá porque el efecto Francisco no acaba de llegar y de que la primavera eclesial se retrasa, me dicen que la venta de eclesiotranquilina se dispara. No me extraña, porque uno lo que observa son nervios, muchos nervios, que son los que hacen, al final, que se pierdan los papeles.

Nervioso hemos visto al cardenal Maradiaga, poniendo verde al cardenal Burke y acusándole casi de todo. Burke ya saben que lo más anti eclesial que ha hecho ha sido preguntar al papa y pedir que le aclare unas dudas, cosa del todo inaceptable para algunos. Pues hombre, se supone que para eso están los cardenales, digo yo. Pues Maradiaga, del grupo de los cardenales encargados de reformar la curia y asesorar más personalmente a Francisco, de los nervios. Eclesiotranquilina, eminencia.

Eclesiotranquilina forte, tres al día, para José Manuel Vidal y Religión Digital, que no ganan para sustos. Toda la vida clamando por la libertad de expresión y ahora, como no les conviene, gritan contra ella. Benedicto XVI está más callado que la momia de Tutankamón. Eso sí, ha escrito unas líneas para prologar el libro de un cardenal, el cardenal Sarah, y hemos contemplado un rasgamiento de vestiduras sin igual, interpretando ese gesto como un ataque directo contra Francisco. No tres al día, mejor cada seis horas.

Completamente risible el nuevo numerito de Vidal contra Rouco. Según el WhatsApp que un seminarista de Murcia mandó a un cura, Rouco se despachó contra Francisco. Como ven, fuente contrastada de toda solvencia. Pero amigo, es Rouco, y ya se sabe que desde RD contra Rouco todo vale. Un seminarista ha dicho, pero parece que otros también y por mensajes que si unos curas. Más medicación.

Ayer domingo a todos pilló por sorpresa el anuncio de nuevo consistorio con el nombramiento de cardenal de Juan Jose Omella, arzobispo de Barcelona. A un servidor ni bien ni mal sino todo lo contrario. Barcelona ha tenido cardenales en los últimos tiempos y han decidido seguir con ello. ¿Interpretaciones? Las que quieran. Que si Omella es el hombre del papa, que si los obispos, que si en España los obispos no siguen suficientemente a Francisco. Toda la vida quejándose de la tortícolis de los obispos de tanto mirar a Roma, para reivindicarla ahora como signo de fidelidad al evangelio.

La primavera no acaba de despuntar. Hasta un diario tan poco eclesial como El País lo ha dicho abiertamente varias veces. Las corrientes más progresistas de la Iglesia, completamente decepcionadas. Las ventas de Eclesiotranquilina por las nubes, y me dicen comienza a comercializarse Resignatrona, que puede tomarse en comprimidos, supositorios o pastillas efervescentes.

Me ha resultado curioso el hecho de que se esté vendiendo bastante Lucialirio, que como su nombre indica es un colirio para aquellos necesitados de que la santa les conserve la vista. Hay detalles interesantes, por ejemplo funcionarios vaticanos pidiendo Disimulina para ir tirando, o bien Sonridón, que por lo visto se vende bastante. Las cajas de Misericordina como churros, pero dejando claro que la Tradicionalamina mantiene una venta muy constante e incluso aumentando, a la vez que los comprimidos de Progresterina ya casi no los pide nadie.

Curiosidades sin más.

(Artículo publicado originalmente en Infocatólica)

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *