Las recientes masacres islamistas nos han permitido escuchar algunas pamplinas que dan grima. El primero en piar chorradas blandengues ha sido Pedrín Sánchez, plusmarquista del lugarcomunismo miramelindo y rebozadito en almíbar: –La unidad de los demócratas vencerá y derrotará a la barbarie terrorista. ¿De qué unidad está hablando este cuitado? ¿De la unidad llorona de los pacifistas de hashtag y hachís? ¿De la unidad trincona de los arrebatacapas y los mamandurrieros? ¿De la unidad resentida de los que enarbolan la bandera de los indignados para poder vivir de bóbilis bóbilis? ¿De la unidad orgullosa de los vientres yermos y los apóstoles del ojete? ¿De la unidad bobalicona de los curas del ecumenismo happy-pandy? ¿Cómo van a derrotar los demócratas desfondados, incapacitados para cualquier empresa colectiva, ensimismados en el disfrute de sus derechos de bragueta y sus migajas de bienestar material, a los bárbaros que vienen a cortarnos la cabeza? ¿Alguien en su sano juicio puede creer que una sociedad desdeñosa de las leyes naturales y divinas, sin más norma que el hedonismo, corruptora de la juventud y envenenada de rencor va a derrotar a los bárbaros? Este Occidente terminal, huérfano de certezas, aferrado a sus placeres embrutecedores, tembloroso como un álamo, sólo suscita desprecio en el islam, que nos considera –con razón—una chusma maricona, fofa y pusilánime, el vómito terminal de un paganismo con olor a caquita y a papiloma. La dura realidad, Pedrín, es que Occidente es un archipiélago de gentes divididas y gangrenadas por el escepticismo; y que nuestra división no tiene remedio, porque la argamasa sobre la que se fundó nuestra civilización, que es la fe cristiana, ha sido disgregada. Con siete mil hombres, más los cinco mil que le aportó el traidor Julián, consiguió Tarik derruir la Hispania visigótica; con apenas setecientos prestos a cortar cabezas podría el Estado Islámico derruir esta democracia, Pedrín. Y tú lo sabes. También lo sabe Rajoy, que puesto a soltar pamplinas ha optado por otro tópico majagranzas de una apestosa falta de decoro intelectual: –Todos sabemos que la verdadera fe musulmana condena la violencia. ¿Qué condena ni qué niño muerto, alma de cántaro? Desde sus mismos orígenes, el islam se expandió a través de la violencia, lanzando una formidable ofensiva contra una Cristiandad pululante de herejías, en el norte de África y en Oriente Próximo, y también en Europa, que detuvo Carlos Martel en Poitiers, para que luego Pelayo iniciara una difícil reconquista de la Hispania visigótica que duró ocho largos siglos. Y la siguiente expansión del islam, que llevaron a cabo los turcos, fue también violentísima y en medio de masacres espantosas, iniciadas con la toma de Constantinopla y frenadas en Lepanto por don Juan de Austria, y luego a las puertas de Viena. Este proyecto de expansión guerrera, Marianico, no es algo coyuntural, porque el islam es una religión política, cuyo fin último es acabar con el «mundo de la impiedad»; fin que, si en determinadas coyunturas el islam posterga, es por razones puramente tácticas. Y para combatir este fin necesitamos hombres como Carlos Martel, como Pelayo y Juan de Austria. No necesitamos hombrines arrugados como prepucios bañados en bromuro, blandos como cagalera de jilguero, que no hacen sino soltar pamplinas. Y que cuando los moros empiecen a rajarnos la gola harán lo mismo que hizo el traidor obispo Oppas, cuando el emir Muza entró en Toledo: entregar una lista con las cabezas que había que cortar. Podéis poner la mía en primer lugar, nenazas. © Abc
Pamplinas de nenazas, por Juan Manuel de Prada
| 01 julio, 2015
Totalmente de acuerdo. Es una guerra a muerte.
«¿Alguien en su sano juicio puede creer que una sociedad desdeñosa de las leyes naturales y divinas, sin más norma que el hedonismo, corruptora de la juventud y envenenada de rencor va a derrotar a los bárbaros?»
Sublime en su trágica realidad.
Historia magistra
¡Y qué pluma!
(La de escribir, que en estos tiempos hay que clarificar)
Totalmente de acuerdo en el fondo del diagnóstico de actualidad, que cae como un guante a nuestra sociedad. La forma de expresarlo me choca tanto por la agresividad que destila, como por el amor a sí mismo, de una pluma que conoce mucho de nuestra Fe, pero que se emboba de sí misma. Para nada de acuerdo con la solución propuesta entre líneas. Que si bien coincido que ninguna solución ha de venir de continuar con la fiesta hedonista y profundizar la agenda relativista; es de rigor resaltar que cualquier solución ha de venir de Dios y sus caminos, de confiar en la Providencia, y luchar con las armas del Señor, soportar la pasión, y dar testimonio de fe en la Cruz. Esta parte falta en mi humilde opinión, que no es pusilánime ni agresiva con la Gracia del Señor, y en buena fe lo creo así.
Totalmente de acuerdo en el fondo del diagnóstico de actualidad, que cae como un guante a nuestra sociedad. La forma de expresarlo me choca tanto por la agresividad que destila, como por el amor a sí mismo, de una pluma que conoce mucho de nuestra Fe, pero que se emboba de sí misma. Para nada de acuerdo con la solución propuesta entre líneas. Que si bien coincido que ninguna solución ha de venir de continuar con la fiesta hedonista y profundizar la agencia relativista; es de rigor resaltar que cualquier solución ha de venir de Dios y sus caminos, de confiar en la Providencia, y luchar con las armas del Señor, soportar la pasión, y dar testimonio de fe en la Cruz. Esta parte falta en mi humilde opinión, que no es pusilánime ni agresiva con la Gracia del Señor, y en buena fe lo creo así.
https://versiculosviolentosdelcoran.files.wordpress.com/…/versiculos-pdf…
Europa va a aprender a golpes, o con sangre, que el Islam no es una religión de paz. Tal vez es necesario para que brille con gran intensidad la luz de Cristo. Jesús no sólo condenó la violencia y abolió la ley del Talión sino que nos pide perdonar setenta veces siete ¡al día! y poner la mejilla si nos golpean la otra. Eso es ser una religión de paz, no la copia barata del Corán. En el Islam perdonar la ofensa es virtuoso pero es opcional y tienes derecho a escoger el ojo por ojo, o sea, a vengarte. En el cristianismo estamos prohibidos de tomar venganza y obligados a perdonar si queremos llamarnos seguidores de Jesucristo.
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Escribe, Juan Manuel, escribe, no te canses, utiliza tu pluma como látigo para este Occidente en decadencia que ha perdido la razón y que da pena.
Genial, veraz y certero, sólo falto alguna panplina de Osoroglio, el clo de Bergoglio, el que dice que el islam es una religión de paz..¡ manda huevos estos pastores!
La verdadera fe musulmana no condena la violencia ni la ha condenado nunca. hace unos días el Califa » Al Bagdadí» dijo que el Islam es la religión de la guerra. Cualquiera que lea el Corán,con sus llamadas a matar a los politeistas asociadores, o sea a los cristianos, los ejemplos de la vida de Mahoma y sus dichos lo verá claramente.
Es suicida , que un falso buenismo, admita la entrada ilimitada de musulmanes en Europa. Admitamos sí a los cristianos perseguidos pero los demás tienen muchísimos paises a los que emigrar , algunos riquísimos: Arabia Saudita, Turquía ( que degolló a 2.000.000 de cristianos armenios y se quedó sin ninguno ) Quatar, Egipto, Kuwait etc .
Admitir ahora por un falso buenismo a musulmanes en España es fomentar a los que en el futuro nos degollarán
¡¡¡Extraordinario!!!