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Misericordiando en las periferias.

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Si alguien preguntara por el Papa y recibiera como respuesta que Francisco anda misericordiando en las periferias, con lógica pensaría que quién le responde o esta bebido o anda de broma.

¿Pero que ocurre cuando es el propio Francisco, el Papa, el que nos habla de esta suerte y manera?

En primer lugar, nos choca la frase, luego intentamos entender lo que expresa, y si lo conseguimos, finalmente incorporamos a nuestro lenguaje un modo de expresión nuevo: Misericordiando (gerundio de hacer misericordia) y periferia (lo que esta fuera o rodea).

Misericordiando es una frase que ni siquiera el corrector del ordenador puede aceptar sin volverse loco. Por mucho que la reescribo siempre la pone en rojo.

¿Que esta ocurriendo pues con el léxico de Francisco, con su forma de expresión y aún más con su pensamiento, pues este esta en relación con la lengua?

Ocurre que entre un papa Alemán y un papa Argentino, hay un salto mayor que entre un papa blanco y uno negro, con todos los respetos para ambos.

Mientras que el pensamiento, el lenguaje, es decir la idiosincrasia del pueblo germano, es concreto, concluyente y coherente, independiente de que sea o no acertado, el pensamiento del pueblo argentino, su lenguaje, es excesivo, provisional y hasta enredado, cargado de prosa y florituras, pero pocas veces determinante hasta pasada media hora, que es lo que suelen tardar en declinar cuando toman el verbo. Esto, que no supone una falta, sino una peculiaridad,  se vuelve un problema cuando acostumbrados a la forma de expresarse de Benedicto XVI, clara y concisa, nos topamos con la de Francisco, recargada y a veces ambigua: “creo en Dios, no en un dios católico, un dios católico no existe, existe Dios”

Con lo fácil que hubiera sido decir sólo creo en Dios.

Seguir el verbo de Francisco esta resultando una tarea de ímprobos esfuerzos, por lo que han surgido un sinfín de traductores y teólogos, que nos dicen, desdicen y luego vuelven a decir lo que dijo, pero que no pretendía decir, hasta que el Vaticano decide retirar lo dicho, anular la frase o colgarle el muerto a otro, si es menester,  para salvar la curiosa y particular manera que el papa Francisco tiene de entender y llevar su cargo Petrino.

Por ejemplo: ahora mismo los Obispos y las conferencias Epíscopales no saben si van a tener más poder autónomo, el mismo o aún menos, incluso ninguno, pues según parece el Santo Padre, es dado a marearla y luego dejar a todos mirando al cielo, tomar él mismo las decisiones y pasar de todo, es decir dejando en la periferia a todos aquellos que antes había estado “misericordiando”, (Sandro Magíster 19/12/13).

En conclusión, deberíamos ir acostumbrándonos a estas idas y venidas, que al parecer seguirán siendo la pauta de este papado; a decir que hemos leído por completo su exhortación apostólica Evangelii Gaudium,, lo intento con oneroso empeño, aunque no con el mismo que al parecer esta dispuesto a poner el Papa Francisco, en su “sueño” por cambiar todo lo que sea necesario, incluso lo que nadie ha imaginado, pues en verdad a imaginación y verbo pocos como los argentinos:

 

Una impostergable renovación eclesial.

27/ Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación.  

José Rodriguez Mateos

Comentarios
0 comentarios en “Misericordiando en las periferias.
  1. ¡Hola amigos de Infovaticana!

    Encuentro una ráfaga de aire limpio la entrada en escena del Papa Francisco.
    Me gusta que nos diga a todos los católicos: jerarquía y laicado, tan secularizados ambos, que hay que ir a las periferias. Yo lo entiendo en que hay que humanizarnos y preocuparnos y ocuparnos por el menos favorecido.
    Creo que es un gran cambio de mentalidad en este mundo totalmente materializado en que en lugar de Dios ponemos ídolos como el dinero, bienes, prestigio, etc., y en lugar de amar al prójimo, amamos a los que nos convienen, para nuestros fines tan egoístas.

    Gracias y mucho gustos de haberlos encontrado en la Web.
    Saludos:
    Sergio.

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