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Las raíces del mal

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En su artículo «Las raíces del mal», recientemente publicado publicado en Infocatólica, el Padre Santiago Martín, F.M., se refiere al rol jugado por la mayoría de los parlamentarios de la Democracia Cristiana chilena en la reciente aprobación de la ley que despenaliza el aborto en tres causales.

Si bien acertado en términos generales, el artículo, bajo una consideración no menor es también inexacto por las razones que a continuación se expresa.

En efecto, el Padre Martín lamentablemente parece desconocer que en Chile la Democracia Cristiana, fundacionalmente inspirada en un humanismo cristiano de índole heterodoxa, es un partido no confesional y además de izquierda, más o menos moderada según las distintas circunstancias históricas, no obstante su cacareada autoafirmación de ser un partido de centro. Además de su reciente y en absoluto insólita aprobación del proyecto de la ley de aborto, este partido clericalista tuvo hace algunos años un rol determinante en la aprobación de la ley de divorcio, mientras que en 1970 su voto favorable sería decisivo para la elección, dirimida por el Congreso Nacional, del marxista leninista Salvador Allende, cuyo gobierno entre 1971 y 1973 sumió a Chile en la peor crisis política, económica y social de su historia, y que concluyó en el pronunciamiento militar exigido, como los documentos históricos dan inequívoca cuenta, por el clamor de la inmensa mayoría de los ciudadanos, lo que justo a tiempo evitó deviniéramos una segunda Cuba, como era el  objetivo de la Unión Soviética.

La Democracia Cristiana ha contado, desde la década de 1960, con la inequívoca simpatía de la mayoría del clero, chileno, encontrando su más conspicuo exponente en el cardenal Raúl Silva Henríquez, el salesiano arzobispo de Santiago entre 1961 y 1983, cuya impronta es una pesada sombra de la que la Arquidiócesis aún no logra librarse. En efecto, todos los sucesores del Card. Silva, cuya polémica actuación política y pastoral causara una grave división entre los católicos de Santiago, y aun del país, así como también el alejamiento de la Iglesia de no pocos de ellos, todos sus sucesores, incluyendo el Card. Ricardo Ezzati -lo que se extiende a sus obispos auxiliares-, el actual arzobispo, también salesiano, han sido de corazón en diverso grado reconocidamente filodemócratacristiano, como es también el caso de los integrantes, salvo uno o dos de un total de ocho, del actual Comité Permanente de la Conferencia Episcopal, presidida por el Obispo Castrense, Mons. Santiago Silva, el seguro sucesor de Ezzati.

P.S. Mientras tanto, el Gobierno presenta hoy el proyecto de ley de matrimonio homosexual, incluyendo adopción y filiación, y la Democracia Cristiana pide tiempo para debatirlo

Comentarios
1 comentarios en “Las raíces del mal
  1. Y el Opus Dei tiene dos significados políticos, uno abortista, el nº dos del Gobierno y otro pro adopción gay, alcalde de Las Condes, como ya ha informado Infovaticana. ¿ Alguien conoce si han sido estos dos políticos, que defienden tesis heterodoxas, desautorizados por el Prelado del Opus Dei o todo está bien ?

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