El sociólogo italiano Massimo Introvigne alerta de las últimas maniobras del lobby homosexual, en este artículo publicado en La Nuova Bussola.
Aquí vamos. Por primera vez en España, un obispo – el recién nombrado cardenal por el Papa Francisco, del que es amigo personal – fue acusado de homofobia el pasado 6 de febrero. Se trata del arzobispo emérito de Pamplona, monseñor Fernando Sebastián Aguilar, de 84 años, del orden de los Hijos del Inmaculado Corazón de María, un teólogo del que el Papa se declara «alumno» y que, entre otras cosas, nunca ha tenido reputación de conservador. No importa:. No lo protegen ni los méritos pasados ni la edad.
Los activistas LGBT lo quieren en la cárcel, y la fiscalía de Málaga con prontitud obedecía las demandas del lobby gay, por cierto, con el respaldo de un voto unánime del ayuntamiento de Málaga, en donde contra el antiguo arzobispo también fueron desplegados los votos del Partido Popular, la «Democracia Cristiana». El nuevo cardenal se encuentra bajo investigación, y se arriesga al encarcelamiento por violación de la ley española contra la homofobia.
¿Qué cosa tan terrible había dicho el obispo Sebastian? En una entrevista con ‘ Diario Sur «, el periódico de Málaga, el pasado 20 de enero, el prelado dijo, cuando se le preguntó sobre las declaraciones del Papa Francisco sobre no juzgar a los homosexuales, explicó: «El Papa extrema los gestos de respeto y estima a todas las personas, pero no traiciona ni modifica el magisterio tradicional de la Iglesia. Una cosa es manifestar acogida y afecto a una persona homosexual y otra, justificar moralmente el ejercicio de la homosexualidad. A una persona le puedo decir que tiene una deficiencia que es lo que es, pero eso no justifica que deje de estimarla y ayudarla. Creo que esa es la postura del Papa»
En este punto el entrevistador le preguntó si él había usado la palabra «deficiencia» «desde el punto de vista moral». El cardenal electo respondió: «Sí. Muchos se quejan y no lo toleran, pero con todos los respetos digo que la homosexualidad es una manera deficiente de manifestar la sexualidad, porque ésta tiene una estructura y un fin, que es el de la procreación.Una homosexualidad que no puede alcanzar ese fin está fallando. Eso no es un ultraje para nadie. En nuestro cuerpo tenemos muchas deficiencias. Yo tengo hipertensión, ¿me voy a enfadar porque me lo digan? Es una deficiencia que tengo que corregir como pueda. El señalar a un homosexual una deficiencia no es una ofensa, es una ayuda porque muchos casos de homosexualidad se pueden recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado. No es ofensa, es estima. Cuando una persona tiene un defecto, el buen amigo es el que se lo dice.»
Por supuesto, los activistas LGBT han afirmado rápidamente que el nuevo cardenal sostuvo que la homosexualidad es una «enfermedad», una expresión que la jurisprudencia española castiga de acuerdo con la legislación sobre la homofobia. El arzobispo, sin embargo, es viejo pero no es ingenuo, y se cuidó de no usar la palabra «enfermedad», según se usa «curación», sino «recuperación».
Lo recuerda una nota de la Arquidiócesis de Málaga, que justamente se refiere a la «Catecismo de la Iglesia Católica», aunque tal vez podría haber añadido que no es claro que aquellos que expresan opiniones distintas a las que la mayoría sobre el tema complejo y difícil de la génesis de la homosexualidad debería ir a la cárcel, incluso si, por ventura, se le escape la palabra «curación», que tiene pluralidad de significados.
En cualquier caso, la prudencia terminológica no es suficiente. En España ya no está el comecuras de Zapatero, sino que gobierna la Democracia Cristiana. Pero si alguien pensaba que, al menos cuando gobiernan los católicos, «las leyes de homofobia no se usarían nunca en contra de los obispos y cardenales «, ya puede olvidarse, porque el poder de Málaga lo ha desmentido rápidamente. Obispo avisado, medio salvado. Y vale también para Italia, donde alguno podría decirle a su obispo: «¿No sería mejor, excelencia, hacer algo para parar las leyes sobre homofobia antes de que se voten?
ratifico y apoyo el comentario de Alberto.
Lo de que gobiernan la «Democracia Cristiana» es falso, pues ni es Democracia, ni mucho menos Cristiana. Lo mismo digo del comentario «al menos cuando gobiernan los católicos».. Es falso, no son católicos.
Espero que esa falsa percepción de nuestros políticos, desaparezca pronto de las mentes de la gente en España y en el extranjero.
Son masones la mayoría, NO son católicos. Que quede bien clarito para toda la Tierra.
Si hubiese dicho enfermedad habría sido una valoración homófoba? Deficiencia, enfermedad, disfunción en los afectos,…, términos que reflejan la realidad. Es escandalosa la persecución a la libertad interior y de expresión.