En estos tiempos que corren, en que cada día son más los sedevacántistas, en que los forófos del Papa Francisco compiten con los ultracatólicos (paladines de la fé), la iglesia progresista se enfrenta a la conservadora, y un buen número de creyentes andan desorientados, sólo faltaba la imagen de un Cardenal recibiendo de una sacerdotisa metodista su reafirmación en la fe.
Cuando Jesús, el Señor, decide consolidar la que será su Iglesia, escoge a Pedro, y tras su resurrección, le dice al apóstol: “-lleva mis corderos a pastar”…”-“cuida de mis ovejas”…”-lleva mis ovejas a pastar” (Jn 21, 14-18).
Creo correcto decir que el Señor, de tres maneras distintas, le estaba pidiendo que no sólo cuidara, sino que confirmara a su rebaño.
Confirmar significa corroborar la verdad de algo, es decir, atestiguar, asegurar, aprobar ó ratificar.
Esto es lo que una “sacerdotisa” de la iglesia metodista, parece hacer sobre la frente de un Cardenal de la iglesia católica. La noticia añade que este hecho religioso, tiene lugar en un encuentro ecuménico y a petición del mismo cardenal.
Aceptando que el cardenal Sean O’ Malley es Arzobispo de Boston, que Boston esta en América del Norte, en USA, y que allí no sólo conviven en una sociedad multirracial, sino con un sinfín de iglesias de todos los nombres y tiempos, y concluyendo que quizás la religión que en verdad les une es el himno y la bandera; cabe decir que un Obispo, en este caso Cardenal, tiene como primera misión confirmar a su rebaño, una vez confirmado él por el Papa, como así ha sido, incluso encomendándole una tarea particular en relación con la curia.
Confirmar pues significa aprobar, y no es posible entender cómo un Obispo elevado a Cardenal, acepta un rito de una mujer sacerdote de otra iglesia, sometiéndose a este juego para quizás quedar bien con el “ecumenismo”, tan de moda en estos tiempos, pero que el mismo Cardenal, de acuerdo con la doctrina católica, niega a las mujeres de su Iglesia, argumentando que “así lo dispuso el Señor”.
Si esto es cierto, no entiendo la libertad del monseñor, salvo que trabaje para intereses ocultos, ó que como se dice en mi tierra: “no es más tonto porque no puede”.
Aún admitiendo la buena fe, ese gesto sobra porque confunde
Si ya todo vale, si nada tiene mayor importancia, si da lo mismo una cosa que otra, si las formas no son necesarias, entonces deberíamos aceptar que los tiempos han cambiado, que no hay nada que guardar..; pues si los pastores, empezando por el santo Padre y continuando con los Obispos, están dispuestos a reformar para aceptar que nadie tenía más razón, me refiero a las iglesias, en pro de un ecumenismo necesario, que iguala religiones, creencias e iglesias, entonces no deberíamos extrañarnos ante la falta de fe en los tiempos que corren, y si verdaderamente esta falta de fe es así, incluso entre los pastores, habrá que tomar nota de las palabras del Señor: “-Cuidado con dejarse extraviar; porque van a venir muchos usando mi título, diciendo “ése soy yo” y que el momento está cerca; no los sigáis”. (Lc 21,8-9)