La recién publicada Exhortación del Papa Francisco, sobre la alegría del amor en la familia, será objeto de serena meditación y reflexión entre los católicos de todo el mundo, siempre fieles a Roma como columna y fundamento de la verdad católica. Por ahora, el Gran Inquisidor se limita a reiterar lo que ya profetizó: que el documento no zanjaría nada y que la batalla “católicos vs. liberales” continuaría como hasta ahora; que tendríamos una Exhortación Apostólica de doctrina expresamente reiterada en su catolicidad (ahora sabemos por Sandro Magister que su borrador fue extensamente corregido por la Congregación para la Doctrina de la Fe), unida a una extensión y a una amplitud de aplicaciones que darían pie a una enésima batalla por la hermenéutica de la continuidad versus la hermenéutica de la ruptura. Dicho brevemente: los católicos podremos seguir viviendo como católicos y los progresistas podrán seguir viviendo como progresistas. Los arrianos viven. Cristo Reina en los Cielos.
Hermenéutica y doctrina cristiana
| 08 abril, 2016
Sí, Jorge, el documento es profundo y hermoso en casi todos sus puntos, y es ambiguo en un buen número y errado en otros tantos. Exige una rectificación lo más pronta posible.
¿El documento no es entonces ambiguo en el punto de que se trata?
Creo que la Exhortación contradice Veritatis Splendor y su doctrina sobre los absolutos morales. No solo la contradice: la ridiculiza. Dicho con todo entusiasmo por el resto del documento y veneración por el Santo Padre.