| 06 diciembre, 2015
La beatificación de estos mártires fue decidida por el Papa Francisco en la misma fecha que la de Mons. Romero. La noticia en VaticanIsider cuenta lo que sucedió después del secuestro: «Durante el viaje se llevó a cabo el juicio sumario y la condena a muerte porque la ayuda que daban a los pobres atenuaba la rabia del pueblo y retardaba la revolución. La ejecución fue poco después, cerca del pequeño cementerios del pueblo de Pariacoto.» Roma no discrimina por razones ideológicas.