La noticia mala Llevo largos meses diciendo en este Blog que en TVE le tienen la guerra declarada a Toñi Moreno, una andaluza en Madrid, quien no se recata en afirmar que es católica. Pasó de Málaga a Madrid para hacer un programa de contenido hondamente social y solidario con las familias más necesitadas de España. Duró solamente dos cursos escasos, porque «los trabajadores sociales, los enchufados en el bienestar social, y demás fauna», que no hacen nada por nadie les dolía que desde una tele pública se les pusiera las caras pintadas de colores, porque ellos, «profesionales de la nada» desean tapar a los miles de pobres y necesitados españoles. No podían permitir que una andaluza católica, solucionara miles de casos y demostrara que España es solidaria con los necesitados. Le pusieron una denuncia por exhibir caras de niños de familias, en la pantalla, que según estos expertos en el bienestar social está totalmente prohíbido. A finales del curso pasado le cortaron el programa titulado «Entre todos». En vez de tenerla haciendo pasillos por Prado del Rey, le dieron un programa de entrevistas y variedades por las tardes. Comenzó en septiembre pasado. Ya ha terminado de hacerlo a partir del día 28 próximo. Lo que venga en su lugar lo sabrán los supercicutas de la tele pública. Los denunciantes y demás fauna están frotándose las manos, porque han quitado a una mujer católica que ayudaba a los demás. Así es el laicismo de bueno, tolerante, leal y sectario. La primera buena El diario español ABC contará desde mañana sábado con un nuevo colaborador, el sacerdote y periodista Santiago Martín, que regresa a este diario –del que fue jefe de sección de Religión– para analizar toda la actualidad religiosa. Licenciado en Biología y en Periodismo por la UCM, y en Teología Moral por la Universidad de Comillas, abandonó la primera línea del periodismo para fundar el movimiento eclesial «Franciscanos de María», carisma que ya está asentado en 38 países. Además de ser consultor del Pontificio Consejo para la Familia y asesorar sobre estos temas a los tres últimos Papas, Santiago Martín es autor de veintitrés libros, entre ellos «El Evangelio secreto de la Virgen María», con más de cien mil ejemplares vendidos. El padre Santiago Martín es colaborador de Religión en Libertad en dónde tiene alojado su blog Palabras para vivir La segunda buena La Conferencia Episcopal Española ha lanzado un nuevo canal de comunicación que permitirá la interacción a través de una nueva aplicación móvil. El nombre de la App es Conferencia Episcopal Española. En ella se podrá tener acceso directo a todas las redes sociales de la CEE y a su web. Ya esa disponible tanto en Google Play para Android como en el Apple Store para IOS. Se trata de un proyecto creado por la empresa Eventelling. La descarga de la aplicación es totalmente gratuita. Permitirá al usuario disfrutar de varios servicios de movilidad, como el acceso a la información ordenada dentro de la propia aplicación o la comunicación de jornadas, actividades y novedades de la CEE. La App permitirá también una interacción constante, en particular, con los medios de comunicación y periodistas, que accederán a los materiales de interés, notas de prensa y documentos, y recibirán alertas de los eventos y ruedas de prensa. Conclusión La vida de los medios de comunicación social es así: sombras y luces, siempre más sombras que luces, aunque hoy ganan las luces. No siempre es así por experiencia personal. Tomás de la Torre Lendínez
Tres noticias: una mala y dos buenas

| 14 noviembre, 2014
Me encanta Santiago Martín por su forma de explicarse en momentos críticos de la Iglesia y su fidelidad a la Revelación.
Leo ABC desde niño. Ahora veo bien que haya entrado este cura, que tome el testigo de Martin Descalzo. El recuadro de Religion del diario de Vocento lo llevo un tal Bastante, que no hundio el periodico de milagro. Felicidades don Santiago.
Que lastima que Toñi pierda su programa!.
Ahora meteran a cualquier pendon, que sea la amiguita de don……..pero bueno, esta es la España que nos ha tocado vivir, donde el catolico es perseguido en medio publico, y en los medios propios de la Iglesia.
Conozco a Toñi desde hace varios años. Es una persona sensible y sin dobleces, debio quedarse en Andalucia, donde tenia al publico en el bolsillo, del cual sacaba ayudas a manos llenas dirigidas a todos los necesitados causados por la crisis.
Pego el salto a Madrid y se equivoco, porque la madeja politica que tiene la tele estatal es muy fuerte contra los que vienen de fuera. Ahora cae y nadie la da una mano. Lo siento, Toñi, amiga.
No es nada nuevo que el laicismo lleva años dedicado a destruir a la Iglesia. Ni es nuevo ni van a parar. No hemos de lamentarlo sino actuar. Hay algo en lo que siempre insisto: sin odio,sin sentimientos malos,pero sin blandenguerías estúpidas en la respuesta.
Y en cuanto al P.Santiago Martín es reconocida su valía,tanto para él como para la CEE con ese portal informático deseo lo mejor,siempre al servicio del Evangelio. Y volviendo a Toñi,bueno sería que alguna cadena considerada eclesial le prestase atención.
Un abrazo,pater.
Toni Moreno tenía enganchada a la gente de Andalucía con su programa de ayuda a los necesitados, donde sin fallo alguno conseguía resolver los problemas que presentaba gracias a la colaboración de la buena gente que sintonizaba el programa, porque ella era un valioso imán que con su salero removía las fibras del corazón. Pues se la han cargado, como usted bien apunta don Tomás. Pues nada que se vaya de esa emisora televisiva, que vuelva a la nuestra, aunque gane menos económicamente, pero gana en satisfacción personal y un tesoro de un reino que no es de este mundo. Las otras dos noticias son una verdadera alegría.
PAX A TODOS.
Que es católica salta a la vista: la alegría que irradia la «delata». Luego está el que como profesional lo haga mejor o peor, que ahí hay tantas opiniones como personas opinantes…
por lo demás, el laicismo tiene un sesgo muy totalitario, cierto. Y muchos progres más o menos profesionales de la solidaridad, mucho bla bla bla solidario, cierto, y nada real solidario. Muchos, no digo todos.