Vamos sabiendo a cuentagotas informativas que España está en quiebra económica desde el siete de mayo cuando cortaron el grifo y que hubo que esperar que Bruselas y el Fondo Monetario Internacional nos lanzaran unos salvavidas para no hundirnos ante la inmoral forma de gobernar la economía de España en los últimos años.
La batería de recortes anunciada por el presidente del gobierno será convertida en decreto ley en el consejo de ministros de hoy. Pero por Andalucía parece que no se han enterado aún. Vean cómo se tira el dinero público en la enseñanza primaria en una región que según las estadísticas europeas somos, donde el índice de analfabetismo funcional y el absentismo escolar es el más alto de toda Europa.
Pinchen aquí porque la noticia es reveladora:
Se regalan ordenadores portátiles a niños que no tienen base ninguna cuando salen de primaria y pasan a secundaria. Se regalan ordenadores de 10,1 pulgadas, pesan un kilo y medio, tienen una batería de cuatro horas, una velocidad de 1.66 GHz y como software emplean Guadalinex Edu, Open Office, navegador libre y software educativo.
Se regalan ordenadores que ya han empezado a venderse en el mercado negro a precio de saldo. Se regalan ordenadores para que jueguen con los videojuegos, que se llevan a clase y no desean dar el programa de la asignatura que tienen delante.
Y encima se dice que pronto los libros de texto serán electrónicos.
Los socialistas andaluces, régimen clientelar, desean amaestrar a sus jóvenes cachorros con un ordenador portátil, lo mismo que hacen con el dinero del PER a los mayores, y con los viajes del Inserso a los pensionistas.
Mientras, la inmoralidad del plan de recortes que hoy se aprueba en Madrid se bajará entre el cinco y el diez por ciento en las nóminas de este año de los funcionarios y se congelarán las del año próximo y las pensiones de los jubilados.
Y estamos en quiebra económica en toda España. La inmoralidad de los gestores de la economía es tan grave como el silencio inmoral de los que deben pedir elecciones generales anticipadas. Y no lo hacen. Esta es la España de hoy. Que pena.
Tomás de la Torre Lendínez
