La riada de millones perdidos en el agujero insondable que tiene 13 tv entre los pies vuelve a contar con 11 millones más en este año que estamos acabando. Y los obispos siguen soltando la tela marinera sin inmutarse ni protestar ante quienes corresponde que es la cúpula de la Conferencia Episcopal.
A esta crítica situación se suma el dinero que la Conferencia Episcopal ha tenido que destinar para salvar a 13 tv: 22 millones de euros solo en 2015 y 36 millones desde su fundación.
La publicidad, a primeros de enero se la gestionó Mediaset, dueña de Telecincco, y ni por esas, las firmas comerciales no quieren publicitarse en un canal como 13 tv con una audiencia mayor de 65 años y con unas ideas políticas excesivamente peperas.
Por otro lado, parece que el cargo de director general del canal puede quedar vacío por traslado del actual a otra estación televisiva, lo que ha abierto la guerra interna para ocupar el sillón. Alfredo Urdaci quien lleva los servicios informativos está moviendo los hilos a que lo suban a la poltrona para reinar solamente, aunque sean otros los que tengan la parte gestora del cargo.
Total que el juguete televisivo episcopal está saliendo más caro de lo que parece, y los obispos silbando mirando hacia otro lado, en vez de dar un golpe en la mesa correspondiente: donde se sienta la cúpula de la Conferencia Episcopal Española.
A partir de enero van a gestionar su propia publicidad buscando no perder. Ya aventuramos que será perder lo que conseguirán.
Pero a las pérdidas le llaman inversión en humanismo bergogliano y todos contentos. No conozco otra conferencia episcopal que le haya hecho tanto la pelota a Bergoglio como la nuestra. La última nota de adhesión incondicional a Bergoglio es de vergüenza ajena y no ha contado con ningún voto o matiz particular. Mi tirón de orejas a todos ellos y en especial a mi obispo de Pamplona Francisco Perez.