Con el final de la temporada de radio se hace la cosecha del curso. Algunos nacen. Otros cuentan sus oyentes. Alguno recibe un premio. Todos se contentan como pueden. Están en su derecho.
Dentro del cataclismo económico español, mantenerse con vida es difícil en el campo de los medios de comunicación. Vemos cerrar a Veo 7, La 10 casi lo mismo, y el Grupo Libertad Digital casi consigue el equilibrio presupuestario.
Nace una radio junto al monasterio de Monserrat. El jueves día 9 comenzó a emitir en pruebas. Pretende transmitir los oficios litúrgicos propios de la abadía. Puede consultar la noticia aquí.
Dentro de la tierra catalana, Radio Estel cuenta con 18,000 oyentes diarios. Parece que la fórmula catalana de recuento averigua hasta el número de los zapatos de sus oyentes. Esta curiosa información se puede leer aquí.
La mejor radio católica del momento, Radio María, cumple diez años y le dan un premio merecido relacionado con la JMJ de Madrid. La comunicación está aquí.
Una emisora como esRadio que ha creado una cadena de radios asociadas en muchos puntos de España, excepto en Cataluña, tuvo la reunión de la junta de accionistas donde se informó que casi consigue el equilibrio presupuestario. Además, se dejaron muy claros los límites de su ideario, para que nadie se llame a engaños o a intentos de manejos ideológicos. La información completa está aquí.
Como conclusión, pienso que todas las emisoras tienen derecho a vivir y emitir. La libertad de los oyentes es la que nos hará conectar con un número u otro del dial radiofónico. Aquí está la grandeza de la radio como el medio de comunicación más rápido e instantáneo.
Tomás de la Torre Lendínez
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