Corren por la Red fotografías como ésta y peores. Son el fruto de una dejadez imperdonable. Los prelados afectados se lavan las manos en que ellos confían en la persona que está al frente del cabildo de turno, y si mete la pata habrá que dar pruebas de su falta de responsabilidad. La foto adjunta es una prueba de cómo entregar las catedrales de España a empresas fomentadoras de un tipo de turismo de altísima gama, trae estas consecuencias y otras que el inteligente lector debe suponer facilmente. La catedrales españolas fueron levantadas, con el esfuerzo, el sudor y el dinero, de antepasados nuestros exclusivamente para ser el lugar de la cátedra del obispo diocesano, quien celebraba el culto litúrgico siempre modélico para todos; enseñaba desde su silla episcopal; y fomentaba el amor a los hermanos más pobres y necesitados. En las catedrales nacieron los cabildos de canónigos y beneficiados, quienes mantenían el templo abierto al culto tanto en la celebración de la Santa Misa, como en el rezo y el canto de las horas canónicas recogidas en la liturgia milenaria de la Iglesia. Los cabildos fueron un senado, apoyado por la legislación eclesial, que colaboraba con el obispo local en muchos aspectos del gobierno diocesano. Así llegamos hasta las puertas del Concilio Vaticano II. Los cabildos catedralicios comenzaron a hacer aguas. Perdieron las oposiciones al ingreso en los mismos, fueron vaciados de la normativa canónica que antes disponían, creándose otros organismos para el gobierno pastoral de la diócesis en manos del obispo. Comenzó, con la cultura del ocio, el turismo por las catedrales de España, primero para los extranjeros y después para los lugareños. A partir de ese momento hubo que armonizar las horas del culto con las horas de visitas turísticas. No siempre se acertó con la solución exacta. El afán necesario de mantener una ordenación de las visitas, creó la fundación de empresas a quienes se les ha entregado las catedrales y las colegiatas para habilitar unos horarios, unos guías, y como la sociedad capitalista en la que estamos es profundamente desigual, últimamente ha nacido un turismo vip para quien pueda pagarlo, donde las catedrales están siendo marcos incomparables de todo tipo de comidas, conciertos, representaciones teatrales, actos culturales, y dentro hasta la presencia de negras sombras ocultas, que ayudan a reencontrar las raíces de aquellos maestros canteros medievales y renacentistas que dejaron su marca en equis piedras que pulimentaron y tallaron como obreros de la «maisson du Dieu». El objetivo de este post es solamente una advertencia de lo que acontece hoy en nuestras catedrales, en unas más que en otras, pero pocas escapan a esta invasión de turistas que mientras paguen porque pueden, que sigan pagando. Espero que el canónigo que me ha contado muchos detalles ignotos, tenga el valor de decirlo al obispo propio. A lo mejor otros canónigos se animan a hablar y contar lo que saben pero callan por miedo a no sé que. Tomás de la Torre Lendínez
Profanación de las catedrales de España
| 02 agosto, 2014
Este articulo adelece de falta de objetividad. Asi de claro.
En la colegiata que esta en mi pueblo para atender a los turistas contamos com unn grupo de voluntarios jubilados compuesto de hombres y mujeres. Todo funciona muy bien. Habia una empresa que se paso en varios kilometros, siendo retirada de sus funciones. En esta solucion nuestra seria la mejor para muchas catedrales. Es cuestion de trabajar y preocuparse del servicio pastoral.
Una vez dije yo que era horrible ver gente por las catedrales deambulando a veces casi sin ropa sacando fotos encima del altar y de forma irreverente, así como todos esos conciertos que se celebran en el interior y se convierten en el rosario de la aurora: y me contestaron que era necesario, que todo eso era necesario para sacar dinero para su restauración y conservación. Yo contesté pues casi es mejor que se caigan y que los futuros templos sean más pequeños y más discretos , pero con el Santísimo expuesto y con más respeto. Me volvieron a contestar que no todo era negativo, que igual mucha gente viendo esas obras de arte esculpidas con piedad podrían convertir a muchos que no creían. Así que no sé padre quien tiene razón si yo que me indigno y a veces no quiero visitar catedrales por no ver esas tropelías o como siempre tiene razón nuestro el Señor que tienen unos caminos tortuosos y ve más lejos y saca de los abrojos trigo. Un saludo
¿Debe volver el Señor al atrio de los gentiles con un haz de cuerdas y expulsar a los mercaderes y cambistas?.
Un abrazo,don Tomás.
No entro en la cabeza de algunos que saben cosas, pero las callan por miedo a perder la poltrona. Silenciar casos poco edificantes es fomentar el cuchicheo mezclando la verdad com la mentira. Algo fatal.
Estas informaciones me anulan en la reciente conversion que Dios ha operado en mi persona. Recoozco que los catolicos no som todos asl, pero aqui hay tomate que debe destaparse.
Parece, una vez, que los extremos se tocan. Dentro de estos montajes estan los emboscados enemigos de la iglesia, esos que tienen dos caras, y llevan siglos anulando a la iglesia desde dentro, usando metodos buenistas para captar un dinero necesario para el mantenimiento de edificios de siglos de viejos.