| 22 abril, 2015
Según la Conferencia Episcopal Española se celebran unas 245.000 primeras comuniones en España cada año. La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha alertado de que “cada vez es más frecuente que los niños de esta edad acudan a la parroquia sin el despertar religioso”, en referencia a los menores de entre 6 y 10 años que se encuentran en la “etapa de la iniciación sacramental”. Pueden leer el reportaje entero en Religión en Libertad, haciendo clic en el enlace: http://www.religionenlibertad.com/cifras-de-los-sacramentos-en-espana-los-ninos-van-a-primera-41972.htm
Tal como han señalado Margarita y Vanlop,la fe nace en la familia,se desarrolla en su seno y se complementa en la parroquia y en el colegio si este es católico.
No se puede hacer germinar lo que no se ha sembrado.
Un abrazo,don Tomás desde Zaragoza con S.Jorge como patrón .
El despertar religioso se inicia en la familia y se acompaña y potencia en la catequesis, y en la práctica religiosa comunitaria. En la actualidad muchas familias no viven la fe en el hogar, si hay amor, cariño… pero la vida cristiana brilla por su ausencia y solo son fogonazos a lo largo del año: fiestas patronales, romerías, Navidad, Semana Santa… La educación en la mayoría de los centros no va impregnada de los valores cristianos y por tanto tampoco se transmite y la catequesis por si sola a veces no basta. Después de la Comunión la formación religiosa se abandona en muchos casos, y a la Confirmación se llega con un alto índice de analfabetismo religioso. Lo sé por propia experiencia pues en la actualidad estoy impartiendo catequesis de adultos para Confirmación y constato que están muy inmaduros; lo bueno es, que conforme avanzamos se sorprenden del descubrir la vida en Cristo, un sentido diferencial y unas ganas de profundizar en lo que no prestaban mucho interés. Animo a la búsqueda de Cristo vivo y resucitado a todos aquellos que han perdido el norte en sus vidas. PAX a todos.
Aparte que muchas familias celebran la comunión como un acto social que sirve para presentar en sociedad al niño, darle al niño un día de felicidad y los familiares y amigos darse una buena fiesta, tenemos que muchas familias lo hacen pensando en lo mejor para el niño y como iniciación religiosa, aunque ellos no sean practicantes y finalmente están las que practican la religión y quieren que sus hijos lo hagan.
Pero todos esos niños pasan por unos cursos impartidos por unas personas muchas de ellas con formación muy deficiente o bien formación errónea, que crean confusión en el niño y no le enseñan lo que deberían.
Supongo que con esos bueyes hay que arar, pero los párrocos deberían mirar más por la calidad de los bueyes e incluso los obispos ser más vigilantes sobre lo que se enseña en los colegios presuntamente religiosos.