La empresa Addeco acaba de entrevistar a casi dos mil niños entre cuatro y dieciséis años, sobre lo que desean ser cuando lleguen a adultos. Entre las diez primeras opciones está la de periodista, sobre todo en la niñas. Desconocen el altísimo índice de paro laboral que tiene esta carrera y los peligros que la han convertido entre las de mayor riesgo en todos los órdenes. No saben, por ejemplo, la decapitación a la que los islamistas han sometido a Foley, un buen católico que ha mantenido su compromiso como periodista y creyente rezando el Rosario durante los largos meses de cárcel que ha sufrido, antes de pasar por el matadero televisado que ha hecho ese «héroe» con la cara tapada y con acento inglés. No saben, tampoco, cómo ha sido puesto en libertad Ochan David Nicholas, el redactor jefe de Radio Bakhita, la radio católica más importante en Sudán del Sur, que fue detenido durante la redada del servicio de seguridad en las oficinas de la emisora, en Juba, la capital del país. El periodista ha dicho que todavía esta en shock, ya que ha estado encerrado durante tres días en una habitación oscura donde no podía distinguir el día de la noche. La radio, patrocinado por la Archidiócesis de Juba, fue cerrada tras dar la noticia de los disturbios del 15 de agosto entre las tropas gubernamentales leales al presidente Salva Kiir y la oposición vinculada al ex vicepresidente Riek Machar. Radio Bakhita aún no ha recibido la autorización para reanudar sus emisiones y está a la espera de las instrucciones de los agentes del Servicio de Seguridad “sobre la forma en que la radio funcionará”. Según ha informado una fuente anónima de la radio en el Sudan Tribune, las funciones de seguridad “quieren reducir los programas dedicados a temas políticos”. En Sudán del Sur se espera que el Presidente promulgue la ley sobre la libertad de prensa aprobada el año pasado por el Parlamento. Ambos casos son dos muestras de la intolerancia y la barbarie por ejercer dignamente la profesión de periodista. Y las chicas españolas, confían con ilusión, llegar a ser periodistas. Si algún padre lee este post páselo, por favor, a sus hijos, porque el periodismo hoy en esos países y en otros es una profesión de alto riesgo. Tomás de la Torre Lendínez
Periodista y católico: profesión de alto riesgo
| 21 agosto, 2014
Pido por el alma del sr.Foley y de todos los que mueren a causa de la barbarie,venga de donde venga. Ser periodista católico es ser católico que ejerce el periodismo,es decir,que lleva a S.Juan en su corazón con «la verdad os hará libres».
Un abrazo,don Tomás.
La vision de la muerte del periodista Folley es estremecedora. Lo que nos espera si damos alas a los fanaticos islamistas es esto.
Los periodistas catolicos com trabajo en España no se juegan la vida. Ni mucho menos. Cobran un buen paston y viven como reyes.
Tengo un hijo periodista en paro que hace de camarero en una discoteca para poder disponer un dinero en su vida. No encuentra trabajo por ningun rincon.
El periodismo tiene un sesgo de aventura. Porque contar las situaciones y opinar sobre ellas es jugarse la cara. Esto no satisface a todos produciendo enemigos contra el narrador,que no sabe que es observado, y cuando menos lo piense lo haran pagar sus delitos, entre comillas.
En esos países por el sólo hecho de nacer y vivir en ellos ya es profesión de alto riego. Por ser periodista no se tiene un plus de peligrosidad.