He recibido de un amigo un correo electrónico llamativo, curioso y con plasmación real en el futuro más inmediato. El texto es el siguiente: «Como, sabe usted, me vine al pueblo andaluz donde vive mi hija casada con tres hijos. El marido está de secretario en el consistorio municipal, que alberga un censo de 2.456 vecinos. Durante las pasadas Semanas Santas nunca el alcalde socialista iba en ninguna de las siete procesiones que salen de la única parroquia existente. Bien, pues, mire usted, por donde, este año ha salido en todas con una vara de mando, o con el bastón municipal en el Domingo de Ramos y en la oficial de ayer del Santo Entierro. Los vecinos guasones lo han titulado con un mote: Pepito procesiones. Pepe es su nombre, pero era digno de ver el infantilismo desbordante que chorreaba de las comisuras de los labios, el movimiento de brazos alados, y la sonrisa burlona en otros momentos. A mi yerno le ha pedido que le acompañara en una de las comitivas procesionales. Durante el trayecto le contó el cambio operado en este año acudiendo a acompañar las imágenes sagradas sacadas del templo parroquial. Le dijo que durante los años de Zapatero tenían la consigna interna del partido socialista de no estar públicamente en ninguna procesión; pero que ahora, en el acuerdo marco, para las elecciones municipales del mes de mayo, confeccionado por Pedro Sánchez se les concede que estén ante la gente sin ningún tipo de escondites. Pepito procesiones es ateo, hijo y nieto de ateos, y padre y abuelo de ateos. Como secretario municipal, mi yerno le dijo que el programa marco de Sánchez aparece que impondrán por obligación que la Iglesia Católica pague el IBI, la contribución urbana, y que lo hará el edificio del templo y la residencia de ancianos, construida y mantenida por Cáritas y varias cofradías del pueblo. Pepito procesiones le contestó sin pelos en la lengua: !Hombre, es que la Iglesia tenga privilegios como ése no es social ni igualitario; aunque si te soy sincero no pienso aplicar tal norma del partido si gano las próximas elecciones de mayo, te lo aseguro¡. Pepito procesiones se quedó tan ancho con esa respuesta. Mi yerno le preguntó: ¿Y en el caso que los de ese partido que deseaban quitar la Semana Santa en Sevilla tengan que pactar con los socialistas, que pasaría?. La contestación fue determinante: Aquí, no ganarán esos ni borrachos. Volveré a hacerlo yo y mi equipo que llevamos cuatro legislaturas seguidas con mayoría absoluta. Por razones del cargo del secretario, el marido de mi hija cambió la conversación a cómo había cambiado el tiempo para hoy y el resto de días venideros.» Acaba el correo electrónico de mi amigo. Tras leerlo un par de veces he concluido que existen muchos Pepitos procesiones en todos los partidos viejos y nuevos existentes en España, donde la Religión Católica sigue siendo la goma de estirar y estirar para los propios intereses políticos de cada manada de politiquillos y politicastros. Tomás de la Torre Lendínez
Pepito procesiones
| 04 abril, 2015
Chaqueteros que se pegan al poder sin criterio personal ni dignidad,don Tomás. Hay que velar y defender la fe en Cristo,sin puñetas o con lo que haga falta,pater. Dios nos bendice con su Resurrección,aleluya.
Un abrazo.