Obispos andaluces callados, católicos desorientados

Tiempo de reflexión desde Despeñaperros para abajo antes de acudir a meter el voto en la urna a donde te conducen como un borrego al abrevadero. Acabo de ver cómo la gente que he cruzado por la calle soltaba humo de sus cabezas, porque iban pensando con gran dedicación a qué agraciado le concedería su voto en la mañana del domingo 22. He caído en la cuenta que los obispos andaluces de ahora, por esta vez, se les ha olvidado copiar la nota pastoral habitual antes de cada elección autonómica. El secretario de ellos se habrá ido de puente, o de la cabeza para enviar a los medios informativos, la vieja nota que se remonta cerca de cuarenta años, donde siempre se cambia solamente la fecha de la elección y la fecha de la firma colectiva de los obispos andaluces de ahora. ¿Qué hacemos los pobres católicos andaluces sin la orientación pastoral de los obispos? Acudo al archivo documental de la Oficina de Información de los obispos del sur de España, y solamente he encontrado dos notas de estos días previos a las elecciones regionales. Una está firmada por el consejo diocesano de apostolado seglar de la diócesis de Sevilla. La otra está firmada por la Hoac de Andalucía. Los obispos están incomunicados. A nivel individual tampoco ninguno ha mojado su pluma para tratar el asunto de tan vital importancia para los católicos residentes en Andalucía. Así que invoco al Señor que ilumine mi conciencia, y dirija mi mano hacia un sobre y una papeleta electoral y me ayude el domingo a echarla sobre el resto de votos emitidos. Como los obispos se han callado como muertos, espero que el Señor me inspire lo mejor. Lo que sí noto en esa inspiración del Señor, es que debo ir a votar, porque la abstención no es consecuente con mis convicciones católicas, ni mi misión pastoral sacerdotal. Tomás de la Torre Lendínez