Siempre ha habido una gran división entre la masonería masculina y la femenina. En España aún están separados los masones de las masonas, a pesar de toda la legislación de igualdad impulsada por un entramado masónico en la década pasada.
Los masones hacen aquello tan viejo de los fariseos: hacer lo que os digamos, pero no hagáis lo que hacemos.
Es la gran maestra de la masonería femenina en España la ha tenido una entrevista para el diario El Mundo, donde llega a decir: «Es bueno que haya logias solo para nosotras», defiende la gran maestra.
En otro momento apunta la entrevista:
Aunque la gran logia de España aún no contempla las logias femeninas, la gran maestra matiza que, pese a que no existe relación formal entre ambas organizaciones, a título personal hay un trato cordial. ¿No es machismo su rechazo a las mujeres?
Ante la pregunta la entrevistada responde:
«En realidad, aunque consideran que sólo debe haber una obediencia (asociación de logias) en cada país, sí que nos reconocen como masonas… No sé, creo que hasta ellos mismos tienen algo de lío. Pero nos llevamos bien».
El buenismo que destila toda la entrevista es necesario masticarlo despacio. Recomiendo la lectura completa que está en el siguiente enlace:
http://www.elmundo.es/papel/historias/2016/12/14/584ff087ca4741e9058b45c3.html
¿Masones? Que se pase por la facultad de Económicas del CEU
«hay una especie de junta directiva que mira por el buen funcionamiento de la obediencia». ¿Obediencia? «La masonería no está en contra de las religiones, sino de aquellas opciones que no te dejan pensar por ti mismo, ni un margen de libertad para expresar libremente tu espiritualidad.»
Está claro que la masonería no es el problema. El problema está dentro de la Iglesia.
«Planas añade que en su logia no sólo hay ateas: también hay católicas practicantes.»