La Iglesia celebró el pasado domingo la fiesta litúrgica de los mártires de la persecución religiosa en España. Más de 10.000 fueron asesinados por su fe. Este año, precisamente, se cumplen 75 años del martirio de miles de españoles que dieron su vida por Cristo.
‘Otorgamos la facultad de que sean venerados como beatos a los que, en España, durante el siglo XX, derramaron su sangre por Cristo’, así concluía el cardenal Saravia en 2007 en una abarrotada Plaza de San Pedro la formula de beatificación de los 498 españoles que recibieron el martirio durante la Guerra Civil.
Desde entonces la Iglesia celebra el seis de noviembre la fiesta litúrgica de los mártires del siglo XX en España, es decir, aquellos cristianos que fueron asesinados durante la Guerra Civil por el hecho de vivir su fe y ser consecuentes con ella. Representan un ejemplo para el resto de la cristiandad.
Hasta el momento son cientos los beatificados en varias tandas en esta persecución religiosa en el siglo XX en España. La más numerosa se produjo en 2007 en la Plaza de San Pedro en el Vaticano donde fueron beatificados juntos 498 mártires.
Sin embargo, justo 75 años después del inicio de la Guerra se cuentan en más de 10.000 los mártires en esta persecución religiosa. A esta cifra habría que sumar 4.184 sacerdotes, 2.365 frailes y 283 monjas.
Entre los martirizados varios se cuentan entre los sepultados en Paracuellos del Jarama, en las cercanías de Madrid, sus muertes tuvieron lugar durante los meses de noviembre y diciembre de 1936.
El pasado día 9, La Gaceta, publicó una amplia entrevista realizada a don Ricardo de la Cierva, historiador y autor de una gran cantidad de libros sobre la guerra civil. El último que ha visto la luz se titula: Los mártires de Paracuellos, la hora de la historia.
El entrevistador es el historiador y periodista don Santiago Mata. El contenido de la conversación está haciendo clic aquí.
El profesor Ricardo de la Cierva se despacha a gusto. Contesta con una lucidez mental envidiable, a pesar de que haber cumplido 85 años. Sus opiniones sobre el ayer de los terribles años treinta en comparación con la postura necia de la llamada ley de la Memoria Histórica es muy esclarecedora, aún más en las vísperas electorales en las que, según todas las encuestas puede ganar el partido popular las elecciones generales.
Solamente, deseo apuntar que nunca más exista una guerra entre hermanos en España. Estamos en las manos de Dios para rogárselo y está también en nuestras manos el evitar una tragedia como aquella.
Tomás de la Torre Lendínez