Desde enero el panorama de los medios informativos tendrá cambios. La cercanía de las elecciones lo demanda. Aunque, hoy, lo primero es despedir a Luís Mariñas, el gran maestro de muchos segundones, a quien deseamos que descanse en la paz del Señor.
Por otra parte, en próximos días, en la Sexta2 empezará un programa titulado Al rojo vivo, que pretende hacerle la sombra al Gato al agua por la ribera izquierda de la política española.
Y la gran noticia de hoy es el dilema de José Antonio Abellán, quien ha sido propuesto como testigo por la cadena Ser contra la cadena Cope dentro de la demanda que la primera tiene contra la segunda por motivo de los miembros del equipo de la información deportiva.
Para rezar por el eterno descanso de Mariñas, es bueno conocer su biografía. Quien lo desee puede pulsan aquí mismo.
En la Sexta2 comenzará un programa de debate político. El gato al agua está siendo una piedra en el camino de otros. Lo relativo al nuevo programa está aquí mismo.
Y la noticia más importante. La cadena Ser ha propuesto como testigo a José Antonio Abellán en su contencioso con la Cope. La intención es clara: meter en el dedo en el ojo a esta última por el asunto de las personas que componen el equipo de la información de los deportes actualmente.
Toda la situación se puede leer pinchando aquí.
José Antonio Abellán debe pensar, en conciencia, si acudir a este avispero jurídico. Yo, en su lugar, me dejaría aconsejar por los abogados que le lleven sus asuntos laborales contra la Cope, que es cierto que fue muy torpe a la hora de mandarlo a la calle dándole la salida de la empresa. El paso del tiempo está enconando esta situación.
Mi opinión personal es que Abellán, que es muy inteligente, debe jugar bien sus cartas para no hacerle el caldo gordo a la cadena Ser, que solamente desea usar su situación laboral para ganar unos minutos de gloria contra la Cope.
Esta noticia me suena a una inocentada de este día, fiesta de los Santos Inocentes, pero me temo que no es así. Ya veremos como dicen los invidentes. Aquí estaremos, Dios mediante, para contarlo.
Tomás de la Torre Lendínez