Los tres tenores de la pobreza madrileña

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Durante el siglo XIX, cuentan las crónicas periodísticas y lo corroboran las novelas del realismo español, se hacía la caridad con los pobres con trompetas, fotos y periodistas de notarios. Los obispos, las parroquias, los colegios religiosos, los conventos de monjas, tenían una lista de pobres que eran llamados unos días antes de la Navidad para que hicieran colas ante los edificios para recibir el aguinaldo correspondiente con equis productos comestibles. Siempre acudían mujerucas tocadas con el velo de la época, acompañadas con su capazo donde le entregaban su ración. Las ilustraciones de los diarios colocaban niños famélicos para dar más verosimilitud a aquella forma de hacer la caridad las entidades eclesiales. Por el contrario, los miembros de las Conferencias de San Vicente de Paúl iban hasta las casas de los menesterosos y les entregaban un vale de cartón para que retiraran los productos alimenticios de tal o cual tiendecilla del barrio. Este modo era más conectado con el evangelio: que no sepa tu mano derecha lo que hace tu izquierda. Ahora, en plena era mediática, ciertas instituciones han vuelto a los modos decimonónicos: La alcaldesa de Madrid cede su ayuntamiento, para que Mensajeros de la paz, y el arzobispo madrileño, acudan a cenar con 200 pobres sin techo un menú de Nochebuena gestionado en todo: mesas, menaje y servicio por una empresa de catering. En la cabecera estará la alcaldesa, el fundador de la ong, y el arzobispo. Los tres tenores de la pobreza madrileña. Irán las cámaras televisivas, los trabajadores del catering no cenarán en sus familias, y al final todos tan contentos porque han ayudado a doscientos necesitados…compartiendo mesa con los tres tenores de la pobreza. Y al día siguiente, ¿qué pasará a esos menesterosos?. Nada todo seguirá igual. Pero la propaganda de la ong patrocinadora habrá ganado puntos para alcanzar algún día el Nobel del altruismo mundial. Tomás de la Torre Lendínez

Comentarios
0 comentarios en “Los tres tenores de la pobreza madrileña
  1. ¿Y qué hace D. Carlos compartiendo mesa y mantel con esos otros «dos tenores»? Si le gusta la iniciativa, que en palacio arzobispal de de cenar a otros doscientos, que desgraciadamente seguro que los hay, y así consigue dos cosas, que haya más necesitados que disfruten de una buena cena al menos por una vez, y que a él no le vean mezclado con la anti – iglesia representada por Carmela y por un «sacerdote» que en su belén pone a un niño musulmán desgraciadamente muerto en una playa pero que nada tiene que ver con el Niño Jesús. Habría que decirle a D. Carlos que no todo vale, que el fin no justifica los medios, y que él es responsable de otra organización caritativa, así que si quiere ser visto aliviando necesidades de indigentes, que lo haga acompañando en cualquiera de las actividades de Cáritas Diocesana de Madrid que seguro tienen programadas para ese mismo día. ¿Sería de aplicación el viejo refrán «dime con quién andas y te diré quién eres?»

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