Los sabihondos de la clase

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En la etapa de mi paso por la Enseñanza Primaria de aquellos años, conté con la suerte de tener un maestro singular en un aspecto: le molestaban todos los niños «sabihondos», o «sabeores» como decimos por la tierra andaluza. Nos decía: «Nunca nadie es más «listillo» que los demás, todos los que se lo creen tienen su caída o su salida por la puerta de servicio». No le faltaba razón. La vida posterior me lo demuestra de modo inexorable. Tanto en la vida social, como en la eclesial. Hoy han salido por la puerta de sacar la basura varios personajillos que hasta hace nada eran iconos de un socialismo que se debate entre el mangueo, el embuste, la corrupción, la pobreza intelectual, el abrazo del oso con coleta sobre las espaldas. Eran los «listillos» de la clase política andaluza, eran los conseguidores de gabelas para sus conmilitones, eran los intocables, eran los corchos que siempre flotaban sobre todo tipo de aguas teñidas y malolientes. Hoy se les ha acabado la leyenda de sus cuentos. Serán juzgados por sus telarañas instaladas en todos los rincones del mapa andaluz. En el campo eclesial, encuentro a esos «listillos», que se creen que son los únicos después de Cristo, consideran que no ha habido dos mil años y pico de historia de la Iglesia de Cristo, sienten unos afanes de reformismo baratuno de anuncios publicitarios tan fugaces como los cohetes lanzados en la noche sanjuanera pasada, prometen y cacarean unas reformas que nunca llegan, pero ellos entretienen al personal con ese alpiste soltado sobre el suelo para que medio se lo coman la piara de gallinas que les bailan el agua. A los «listillos» en la Iglesia los retira el reloj, el almanaque, la edad, la muerte. Hasta que eso llega ¿cuánto mal hacen?, ¿a cuántos emboban con sus cuentos y leyendas?. Siempre queda la esperanza que esos «listillos» de la clase eclesial se encuentren con el Divino Maestro y los baje de sus pedestales de arena. En esa esperanza vivo. Tomás de la Torre Lendínez

Comentarios
0 comentarios en “Los sabihondos de la clase
  1. Le puedo yo indicar otro tipo de «sabiondos» o «listillos».
    Aquellos que se encuentran cargados de razón porque las cosas se han hecho siempre de esta o de esta otra manera y que tratan de imponer su criterio que es el único e inexorable comprobado por siglos y siglos de historia y tradición y que no importa que no se adecue a los signos de los tiempos.
    Esos «listillos» y/o «sabiondos» tienen un problema añadido. Se empeñan en que todo el mundo piense como ellos.
    A mi me parecen mucho más peligrosos D. Tomás, debe ser porque los he sufrido mucho m´ças que a los otros

  2. «la nostra vera forza è rimanere ancorati alla realtà con la consapevolezza che la realtà è superiore all’idea: e la realtà è la famiglia».

    Galantino dixit.
    Traducción:
    La «realidad» = praxis
    es superior a la «idea»= doctrina

    y la «realidad» es el nuevo pradigma de familia
    que quieren implantar algunos en el sínodo…

    Con esta manipulación ideológica, Galantino hace una invitación
    a las familias católicas para que vayan a rezar por el sínodo.

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