El pasado día 20 escribí un post titulado: Obispos andaluces callados, católicos desorientados. Salió en este Blog El Olivo. Con tono burlesco contaba cómo los obispos andaluces de ahora no ha dando una Nota colectiva sobre las elecciones de ayer. Hoy dejo el tono de la burla, para pasar a la realidad cruda y desnuda. Desde el sábado por la tarde he recibido muchos correos electrónicos interrogándome sobre esa Nota que no salió. Los remitentes son personas católicas que siempre han seguido la pauta pastoral de sus obispos de cara a meter una papeleta u otra en las elecciones autonómicas. En la parroquia, cara a cara, otro amplio número de personas me preguntaban si los obispos habían dado algunas pautas morales sobre la obligación moral de votar. Siempre contesté que no habían sacado nada a la opinión pública. Tanto los correos electrónicos, como las conversaciones presenciales, terminaban de una forma fatal: «Pues, si, los obispos no están por la labor de hablarnos claro, me voy a la abstención.» Es cierto, muchos votantes andaluces se han preguntado qué hacer ante situaciones nuevas: 1.- El número de partidos optantes a un sillón parlamentario eran más que nunca. 2.- Alguno de esos partidos defienden principios muy alejados de la Doctrina Social de la Iglesia. 3.- Dentro de estos, varios amenazan a la propia Iglesia con asuntos espinosos. 4.- Los viejos partidos están embarrados en una corrupción al por mayor y más en la tierra andaluza. 5.- La reformilla de la ley del aborto introducida en el telar legislativo ha sido tenida en cuenta. 6.- La propiedad privada, el asunto de los impuestos, el paro laboral adulto y juvenil, el conflicto con la enseñanza de la Religión Católica en Infantil y Primaria reducida a 30 minutos semanales en toda la región…. Estos temas deberían haber sido iluminados pastoralmente por los obispos andaluces de ahora. Ellos han preferido el silencio. Algunos hasta se fueron de sus diócesis. Tras pasar la jornada electoral es hora de preguntarse en voz alta: A) ¿Han olvidado los obispos andaluces la Doctrina Social de la Iglesia? B) ¿También está puesta en cuestión hoy lo mismo que otros asuntos sobre la familia? C) ¿No cuentan los obispos andaluces con un cuadro de peritos en los temas citados más arriba que les hubieran preparado una Nota pastoral digna? D) ¿Tanta dependencia existe de Roma, que ya no se puede escribir sobre unas elecciones hasta que desde la orilla del Tíber lo digan?. E) ¿Han comprendido los obispos andaluces el cambio tan sustancial que existe en la sociedad española desde ayer y de cara a las futuras confrontaciones electorales que vienen durante el año 15?. ¿Seguirán mudos a nivel colectivo e individual?. Conclusión Con este silencio episcopal muchos votantes católicos se fueron a la abstención. Esto es completamente seguro, pero que pudo ser evitable. Espero que en los próximos comicios la voz de los prelados españoles no brille por su ausencia, porque entonces será una derrota moral de todo un episcopado. Tomás de la Torre Lendínez
Los obispos andaluces de ahora y la abstención de ayer
| 23 marzo, 2015
El comentario firmado por cristobal orrego demuestra que no conoce al pueblo andaluz de nada, ni tampoco entiende al bloguero cuando señala la dejadez de los obispos de Andalucia en estos momentos. Oiga, cristobal, cuando ponga otro comentario procure ser justo. De lo que no sepa no opine que se le nota el plumero clerical.
Se han retratado como son,don Tomás: timoratos y esperando que escampe. ¿Esa es la postura del Evangelio?. Creo que no.
Un abrazo,pater.
Hoy he recibido VhatsApp de todos los matices, pero me quedo con dos: «Un pueblo que elige a corruptos no es víctima es cómplice» «Y entonces Pilatos preguntó a la multitud: – ¿A quién suelto? El pueblo clamaba: – ¡A Barrabás, el ladrón! y tras más de 2000 años, el pueblo sigue eligiendo a los LADRONES.
En fin el que tenga que reflexionar que reflexione o meta la cabeza bajo el ala.
PAX a todos.
Una abstención meditada y ponderada —como protesta y efectiva exigencia de que haya opciones razonables— es una forma válida de ejercer el derecho y el deber de participar en las elecciones.
Si los católicos españoles o andaluces son tan clericales que no saben qué hacer a menos que un Obispo les emita un dictamen, usualmente vago o vaporoso, tampoco valen como ciudadanos. Y su voto es despreciable: mejor que no voten.
Realmente da pena lo que el autor del blog reporta sobre sus conciudadanos.