La charlotada catalana de esta mañana ha llegado a exasperar a propios y extraños. Se les está acabando el rollo de la película más propia de los hermanos Marx. Por lo menos, el resto de los españoles sabemos que el pueblo catalán en su mayoría está hasta las narices de estos pésimos actores de una astracanada, que ya no tiene sentido encajada en un callejón sin salida.
Los protagonistas están orgullosos que en el extranjero están colocando una pica en Flandes. Pues ni eso. Ya lo demostraron la semana pasada con el viaje hasta el parlamento europeo.
La Justicia debe seguir colocando a cada pájaro de estos en su jaula para servir de ejemplo al resto de sus corifeos, que ya alcanza hasta a los hijos y nietos de los etarras.
Claramente, se ha visto quien ama a España y quienes desean trocearla a tijeretazos. Los primeros somos mayoría.
¡Que no!, estos saben lo que hacen, los políticos y los jueces, cachondeo puro y duro, ¡haber si me equivoco, ojalá!