Los nuevos leprosos, los enfermos de ébola, son traídos a España, porque en sus lugares de trabajo no pueden atenderlos. Si fueran «cooperantes» de alguna ong no habría problema: se abrirían todas las puertas de todos los hospitales de España, porque llegan unos «héroes» de la solidaridad internacional. Quienes llegan son miembros de congregaciones religiosas dedicados en tierras de misión a enseñar, curar y salvar a los más pobres de la tierra en el nombre de Cristo y su Iglesia. A éstos se les cierran los hospitales españoles, a pesar de ser españoles y tener familia aquí. Basta con escuchar las tertulias de la radio de esta tarde: los sindicatos de la sanidad madrileña, los miembros de algunas instituciones sanitarias, están soltando por su boca un cordón sanitario que repele en una sociedad como la actual más sensible a la vida de un perro que a la de una persona. Es conveniente leer los comentarios a la noticia expresados en los digitales diversos. Algunos son tan vomitivos que es mejor dejarlos pasar. Solamente destaco uno de ellos: «Pues si los afectados son religiosos que los admita la Iglesia en sus hospitales. Nunca en la sanidad pública, que pagamos todos. Como la epidemia del ébola se extienda en España ya sabemos a quien pedirle la responsabilidad». Con todo esto, miro a otros países, como Estados Unidos, que se han llevado a sus ciudadanos hasta hospitales públicos y no ha pasado nada de nada. España es diferente en todo. El caínismo español y el anticatolicismo está en los genes de muchos conciudadanos. Ahora lo están sacando a pasear. !Qué pena de país¡ Tomás de la Torre Lendínez
Los enfermos de ébola y el cainismo hispano

| 06 agosto, 2014
Todos los comentarios me parecen buenos, pero los de Caminant y Margarita del S.C. son reazlmente muy buenos. Así que gracias a todos.
El cainismo español tiene unas raices fuertes en la historis española. Cuando mas resalto fue durante la guerra civil. Ahora estamos en tiempos de revanchismo absoluto. No es extraño que salten como panteras, algo que no ocurre en el resto de paises europeos para desgracia nuestra.
Tiene razon cataro no fallo: hoy suscribo el comentario del amigo Caminant, como hago siempre. Es excelente.
¡Cuanto lobo con piel de cordero anda suelto! Algunos que vociferan las igualdades, la atención a los desfavorecidos, a los desheredados… y luego ante los que en verdad y silencio entregan su vida a esos que los «perroflautas» toman como bandera, se les llena la boca de espuma por su odio manifiesto, y les niegan el pan y el agua, mejor dicho asistencia sanitaria. En este país nos conocemos todos, tenemos amargas historias que muchos han perdonado e intentado olvidar, pero otros siguen en sus trece, odio encubierto con la tapadera de la «memoria histórica». Lástima y pena de este país que va perdiendo a pasos agigantados los valores humanos que nos enorgullecían.
Mezquinos es lo se puede llamar a los cainitas hispanos. Tendran su merecido. Seguro.
Hoy me apunto a la practica del comentarista aquel, que a diario se suma al comentario del amigo Caminant. Quien ha escrito com autoridad de un profesional de la sanidad. Felicito a Caminant.
Hay mucho borrego suelto,don Tomás. Y mucho ignorante malicioso. Estos pacientes deben ser ingresados en centros con Unidad de Infecciosos de alto riesgo,con personal sumamente competente. Y que ladren lo que quieran,pater:es su maligno momento de demagogia.
Un abrazo. Un servidor ha tratado durante años a enfermos de sida como lo que son:seres humanos enfermos.