Los tiempos de crisis hacen tambalear los principios más firmes. Estos años de baches en todos los sentidos, de modo especial en el moral y religioso, llevan a los vehículos humanos a entrar en los talleres de reparación mental con mucha frecuencia.
Los arreglos se hacen de pie y con reloj en mano. El individuo sigue circulando a velocidad excesiva por los vericuetos de su vida, las piezas se desgastan por el roce, los hoyos del camino le obligan a dar botes y saltos, y, aunque lleven cinturones de seguridad de última generación, las salidas de la vía y los atropellos de inocentes están en los titulares de toda la prensa escrita o audiovisual.
Estos accidentes mortales llevan detrás un gran mural, tapizado de una leve religiosidad sustentada en una formación desde la infancia floja apoyada en el miedo a lo sagrado contrapuesto a lo profano. En el tapiz están dibujados raros personajes que hablan y hablan, cuyo lenguaje solamente conoce quien está en la misma escena.
Estos seres humanos son los que oyen voces que les mandan matar en una iglesia a inocentes y luego quitarse la vida. Estos seres humanos son los que oyen voces en una iglesia, se meten los dedos en los ojos y se los arrancan como si fueran bolas de cristal de las gaseosas de comienzos del siglo pasado.
Hacen estas gestas heroicas envueltas en un halo religioso falsamente fabricado por una mente aturdida, cerrada, llena de medicinas metidas en una tortilla mañanera o nocturna, pasable hasta el estómago con una ración de alcohol de la máxima graduación.
Las casas de reposo mental pasaron y quedaron para novelas trágicas. Ahora, el enfermo mental está en casa, sólo o acompañado de alguien que no puede controlar sus volátiles voluntarismos.
En la soledad casera, estas maltrechas máquinas humanas malviven, salen por las calles, entran en una iglesia porque las voces de su tapiz infantil les arrastra hasta el silencio y la oscuridad de lo sagrado, siempre opuesto a lo profano sin más motivos aunque los pidieran siempre oyeron aquella sentencia: “Porque lo digo yo”.
La esperanza en el caso madrileño la ha puesto una doctora valiente quien trajo al mundo, mediante cesárea, a un niño que Dios quiera que viva largos años. En el caso italiano, ese cuarentón se ha quedado para vender cupones de los iguales, en el caso que allí los invidentes hagan lo que en España.
Por la Red he encontrado navegantes oyentes de voces religiosas, con un tapiz de fondo y su extraño lenguaje. Viven cobijados en la oscuridad de lo sagrado contrapuesto a lo profano. La gran diferencia es que por la Red se les va la violencia por la boca y los dedos que colocan en las teclas. Esto no hace daño a nadie. Pero deben buscar el taller de reparación más cercano. El carburador está parando el vehículo.
Tomás de la Torre Lendínez
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Adivinanza
El Papa Benedicto XVI irá en el mes de noviembre de viaje a un país africano, donde entregará la publicación de la exhortación apostólica Iglesia en África.
¿Cómo se llama la nación que visitará el Papa? Empieza por la letra B…..
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Lean, si les apetece:
Toledo tiene 73 seminaristas mayores y 52 menores
Blog del padre Tomás
http://tomas-de.blogspot.com/2011/10/toledo-tiene-73-seminaristas-mayores-y.html
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