Sobre el caso de las monjas robadas en el monasterio cisterciense de Santa Lucía de Zaragoza no he opinado. Hoy me parece oportuno, cuando la lluvia de todos los colores las han puesto a “parir” aunque sean religiosas de vida contemplativa.
El gran pecado de estas monjas es haber contado a quien sea, por el medio que sea, que disponían de esa cantidad de dinero en su convento. Esto está en manos de la investigación policial a quien se debe respetar su trabajo.
Un asunto esencial es que allí vive la monja pintora más famosa del mundo, Sor Isabel Guerra, capaz de pintar personajes detectándoles su carácter, con virtudes y defectos. Quien no conozca una exposición de estos cuadros pintados por unas manos tan sublimes, es un ignorante en el mundo del arte.
Las monjas han sido victimas de un robo como tantos otros en tantos sitios ocurren a diario en cualquier casa de la ciudad que sea. La singularidad es que allí está Sor Isabel Guerra, a quien le tienen envidia en todos los foros de la pintura mundial.
¿Por qué estas monjas no tenían su dinero bien plantado en una entidad bancaria?. La respuesta es evidente: lo mismo que hacen millares y millares de españolitos que están asustados de la depresión y crisis económica que vivimos y seguiremos padeciendo durante años. Tener el dinero propio en la casa de uno no es delito.
Las caídas de bancos extranjeros desde 2008; las inyecciones de dinero liquido puestas por parte de los Estados a los bancos; la corrupción al por mayor en la vida política y comercial, donde unos pocos muchos se llevan el dinero a manos llenas del dinero público, porque según se dijo, “ese dinero no es de nadie”; la posible intervención y rescate económico por parte de la Unión Europea a España; y otros motivos que las monjas conocerán justifican que tuvieran ese dinero allí escondido.
¿Es ese dinero negro, sin estar supervisado por la Hacienda pública?. Los papeles justificantes lo demostrarán o no. Para eso han contratado un abogado. Pero, si España parece que medio funciona a día de hoy, es porque la cantidad de dinero negro que circula de mano en mano, es tan alta y está tan alejado de los ojos de la Hacienda, que de otro modo en esta tierra hubiera ocurrido una fuerte revuelta social.
¿Deben las religiosas dar una rueda de prensa para explicarlo todo con luz y taquígrafos?. Han hecho lo más normal: nombrar a su abogado su propio portavoz. Lo mismo que ocurre cuando matan a cualquiera y la propia familia elige a un portavoz ante los medios de comunicación, que puede ser un familiar o el propio abogado del caso.
El portavoz de las monjas, tratado con educación como han hecho en medios de comunicación concretos es una persona de absoluta educación y sensatez. Ahora, si aparece un maletilla provocando a este señor, es normal que conteste con cajas destempladas. Donde las dan las toman.
¿Cuál es mi opinión?. Esta: las monjas han sido condenadas, sin pruebas, de todos los delitos posibles por los informadores “interesados” en echar basura sobre la Iglesia Católica. Así de sencillo. Cuando la justicia condene a esas monjas, si son culpables del delito tal o cual, tendrán que pagar los años equis que mande la ley.
Si, por el contrario, son absueltas el honor de esta comunidad estará por los suelos durante largo tiempo. Y los cuadros de Sor Isabel Guerra serán mirados como fruto de un pecado, y nunca, como hasta ahora ha sido, pintado por las manos de los ángeles.
Tomás de la Torre Lendínez
————————————————–
Lean, por favor: Concierto monográfico dedicado a Tomás Luís de Victoria
Blog del padre Tomás
———————————————