Hubo un día del año pasado en que una señora, tenida como poetisa, declamó un padrenuestro totalmente ofensivo contra la oración única que nos enseñó a los católicos el Señor Jesús.
El acto estaba amparado por el consistorio barcelonés. La tenebrosa intervención fue llevada a los tribunales por la Asociación Española de Abogados Cristianos. El juzgado correspondiente archivó la denuncia.
Ante este decisión intervino la asociación Cristo Nuevo Amanecer y consideró que las querelladas
la poetisa y la alcaldesa, habían hecho escarnio de las creencias de la religión cristiana ofendiendo sentimientos de los miembros de esta confesión, y que la poeta hizo un «grosero escarnio» del Padrenuestro.
Ahora sentencia la Audiencia de Barcelona que no ve delito contra los sentimientos religiosos porque requeriría un escarnio tenaz y con la voluntad de generar una afrenta, ofender o humillar, y no se dan estas circunstancias.
Para el tribunal, el poema que leyó se leyó «es una creación artística y como tal, en ocasiones suele contener una dosis de provocación».
«La sátira y el recurso a lo irreverente han sido en no pocas ocasiones un recurso artístico para hacer crítica social, mostrando la oposición del creador a determinados modelos».
Lo del Arzobispo de Granada fue una sentencia. Esto no es una sentencia. Es un Auto de inadmisión a trámite (aunque con ínfulas de sentencia, es verdad). Es decir, no hay ni siquiera la posibilidad de considerar el asunto, ni de argumentar, ni de presentar pruebas ni testigos, ni de decir nada ante el juez. Es una forma de decir ¿estás tonto? ¿para qué me traes aquí este papelucho? anda, calla y jódete.
Pues estupendo que al Arzobispo de Granada, Monseñor Javier Martínez, le ocurra igual, una sentencia absolutoria, ya que fue simplemente una homilía, que desde hace siglos se llevan haciendo en la Iglesia, y que todos los españoles somos iguales ante la ley.
Y ya podemos ir con la democracia, con la Pepa, con la tolerancia, con la equidad, con la sentencia absolutoria, la libertad de conciencia, etc, etc… a cualquier sitio de España y, especialmente, a cualquier sitio de España, siendo españoles, con dignidad, con la cabeza alta y sin ser discriminados.
¡DONDE ESTA LA JUSTICIA!