La bruja Hilaria así la llama Juan Manuel de Prada, aspirante a la presidencia de USA, ha afirmado sin inmutarse: «Estados Unidos debe pagar los abortos por el mundo.» Esta señora que debe tener cuidado con las lámparas de araña colgadas en la Casa Blanca, o donde sea, cuando camina de una parte a otra, afirma no un deseo sino una realidad. ¿No es USA el pueblo donde más abortos realizan?. ¿No es USA el país con mejores redes de clínicas aborteras existentes?. ¿No es USA el lugar, como centro del Nuevo Orden Mundial, de donde se envían todas las modernuras a las diversas colonias?. ¿De dónde llegó a España el «avance cultural» del aborto?. ¿No salió de allí el lema: Nosotras parimos nosotras decidimos? ¿Se habrá enterado la señor Hilaria de la siguiente noticia?: «Coincidiendo con la celebración de Acción de Gracias, un bebé recién nacido ha sido encontrado en el pesebre de una iglesia de Queens (Nueva York) envuelto en varias mantas. Al parecer, su madre lo dejó abandonado en el belén para que alguien lo encontrara, informa Gaceta.es. Los fieles de la iglesia se encontraban a punto de montar el tradicional belén cuando se encontraron con el pequeño en el pesebre. Las cámaras de seguridad de la zona habían grabado un tiempo antes como la mujer compraba las mantas con las que más tarde abandonó a ‘baby Jesus’, apodo con el que han bautizado por los vecinos. La Policía busca a la madre a través de las imágenes grabadas por las cámaras. No se van a presentar cargos contra ella porque, según dicen las autoridades, dejo a su hijo a buen recaudo. Este es el pretexto que exime en EEUU de responsabilidad por el abandono de un menor. El recién nacido fue encontrado aún con el cordón umbilical y se encuentra en perfecto estado de salud. Encontrada la madre no se le va a imputar ningún cargo, ya que ha dejado el hijo en un lugar a buen «recaudo».» Conozca señora Hilaria que en la Iglesia Católica acogemos a todos los hijos de madres que no deseen que nazcan por los motivos que sea. Conozca señora Hilaria la red de adopción existente en toda la Iglesia. A lo mejor cambia de opinión y se convierte en una activista próvida. Tomás de la Torre Lendínez
La señora Hilaria

| 27 noviembre, 2015