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La ministra Aído y tres chicas de 16 años

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Bibiana Aído y su ley radical sobre el aborto encuentran un gran rechazo por parte de los españoles. Además, las últimas declaraciones de la ministra de Igualdad sobre los fetos de 13 semanas y su comparación entre el aborto y ‘ponerse tetas’ no ha ayudado al Gobierno.

Con esta ley parece intentar contentar a los partidos del ala más izquierdista del Congreso pero no a la mayoría de los ciudadanos ni siquiera a sus propios votantes.
Todos los diarios que publican este lunes encuestas sobre el tema destacan la oposición al punto de las menores de 16 años y la división en dos grandes bloques sobre la necesidad de realizar esta ley y sobre su apoyo o rechazo a esta nueva normativa.

Hoy presentamos tres opiniones de unas alumnas del primer curso de Bachillerato que termina ahora.

La primera es Ana Belén. Nos dice lo siguiente:
“Mi opinión sobre la nueva ley, la cual defiende el aborto en las chicas con 16 años, no estoy de acuerdo ya que, no veo bien que ante todo maten a un ser vivo, que está evolucionando en el vientre de cualquier chica. Es dejar perder una vida más de un ser humano. Una chica si es moderna para unas cosas, lo tiene que ser para sacar adelante a su hijo.
Además los padres tienen que saber lo que le sucede a su hija, ya que ellos mismos son los que te han dado la vida, y ¿tú se la vas a quitar al tuyo?. Los padres tienen que ser los primeros en conocer lo que sucede, y son seguramente los que te van a ayudar para cuidarlo y sacarlo hacia adelante.
En esta vida todo está desordenado y por ello hay que ser conscientes y tener las ideas claras ante todos los problemas que te lleguen y sobre todo hacerles frente. La madre no tiene derecho sobre la vida del hijo que lleva en el vientre.
Hay que pensar en las personas que se mueren por enfermedades o por otras condiciones, estos individuos seguro que desearían vivir más y estar con la gente que más quieren, hay que pensar en todas estas personas antes de que le quites la vida a un ser humano que seguro que desearía ver la luz de esta vida.”

La segunda es Mariló. Nos dice lo siguiente:
“A mí no me parece bien que una chica de l6 años pueda abortar sin necesidad del permiso de sus padres. Yo, que tengo 16 años, no me imagino ante una situación así. La familia está ahí para alegrarse con nosotros en los momentos felices y, sobre todo, para apoyarnos en los momentos más difíciles, que es cuando nos hacen falta.
Aunque con 16 años nos creemos lo suficientemente mayores para enfrentarnos a ciertas situaciones y tomar decisiones responsables, la realidad no es así, nos queda mucho por aprender. Necesitamos que nuestros padres nos guíen para decidir, lo mejor para nosotras. Creo que el aborto es un tema bastante serio, ya que se trata de una vida humana, para que una persona sola de 16 años pueda decidir qué hacer. En definitiva, pienso que el aborto sin el consentimiento de los padres es demencial.”

La tercera es Soraya. Nos dice lo siguiente:
“No estoy de acuerdo con la ley del aborto, no creo que una persona de 16 años tenga la madurez adecuada para abortar y quitarle la vida a otro ser, ya que pienso que si ha tenido la madurez suficiente para mantener relaciones sexuales, tiene que tener la misma madurez para afrontar el riesgo y tener un hijo. Tampoco comprendo por qué una persona por muy pequeña que sea tiene la mentalidad de abortar y matar al ser que lleva dentro, no solo por ser un ser vivo, sino porque es su hijo y lleva la misma sangre; yo no tendría el valor suficiente y mucho menos sin que mis padres se enterasen como si fuese a comprar un chicle a la esquina; pero lo que menos me cabe en la cabeza es cómo se ha proyectado esto, como se pretende dar tal libertad, cuando se supone que una persona se le considera que es adulta y mayor edad al cumplir los 18, y se le está dando aún más libertad a una persona con dos años menos y después nos preguntamos que por qué hay tanto vandalismo.

Se que no es nada fácil ser madre a los 16 años, pero hay que afrontar las acciones que uno hace, ya sean buenas o malas, además sinceramente yo no podría vivir pensando que he matado a mi hijo, porque dentro de mi esta vivo, un ser al que si mato, nunca me podría conocer, ni decir mamá, una persona que no estudiara, que no conociera el mundo, nadie tiene la autoridad de quitarle la vida a otro ser, ya que si un hombre mata a otro hombre va a la cárcel, pero si una madre aborta y se deshace de su hijo, eso no está castigado, sino que encima se le permita abortar con 16 años, sin el consentimiento de sus padres.

Yo soy hija y no creo que mis padres me digan las cosas para hacerme daño, sino todo lo contrario, por eso no entiendo la manera de pensar de la gente y sobre todo la frialdad de una madre para quitarle la vida a su hijo, a su propia sangre sin ningún remordimiento.”

Aquí tenemos a tres chicas de hoy. Esto es lo que piensan. Esperamos que su testimonio sirva para que los legisladores dejen vivir al niño concebido, porque matar una vida humana es un crimen horrendo.

Tomás de la Torre Lendínez

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