A partir de la gran aceptación que ha tenido el Blog Semblanzas Sacerdotales, alojado en el portal Religión en Libertad, recibo muchos correos electrónicos de compañeros sacerdotes de muy variadas partes del mundo. Hoy presento dos ejemplos contrapuestos para demostrar que la memoria de la Iglesia Católica siempre está en la memoria de los curas concretos del momento y del lugar determinado. En el primer caso, escribe un cura contando su programa de actos llevado a cabo durante los tres meses que van de este año. En estas fechas ha celebrado los primeros 25 años de la iglesia parroquial en la cual es el párroco hodierno. Lo narra así: «La comisión de feligreses compuesta para programar los diversos actos deseó dar gracias a todos los anteriores curas que han pasado por esta collación. Los convocó a celebrar un triduo, donde cada párroco anterior presidió la Eucaristía. El domingo presidió el obispo, con quien concelebramos los cuatro curas que hasta la fecha hemos servido la viña del Señor en esta parcela. Lo hemos hecho así, porque estamos convencidos que los pastores de la Iglesia somos eslabones de la misma cadena, y que todos hemos colocado una parte de nuestras vidas a favor de esta comunidad cristiana, siendo la actitud de agradecimiento al Señor y a sus curas, que somos administradores de los bienes espirituales……Actualmente estoy yo, detrás vendrán otros, espero que ninguno crea que la Iglesia empieza a andar en San Andrés, cuando llegue fulano o mengano. La continuidad es la mejor forma de mostrar que la pastoral con los fieles es la digna cara de la Iglesia, Una, Santa, Católica y Apostólica.» El ejemplo contrario está en la siguiente misiva. La envía un cura de una diócesis donde acaban de celebrar el 25 aniversario del nacimiento de una publicación diocesana en papel. Dice lo siguiente: «El compañero que dirige ahora la delegación de medios de comunicación social se cree el inventor, el fundador, de la revista diocesana. A lo largo del número especial dedicado a la conmemoración no ha invitado a ninguno de los curas que antes que él, estuvieron dentro de la elaboración de la publicación, a que contaran sus experiencias o sus anécdotas. Es tan miserable que tampoco agradece a esos compañeros poniendo sus nombres en ninguna de las páginas editadas. Está él y el obispo diocesano, otro que tal baila, quien debió sugerir al actual responsable que se acordara de los anteriores. Solamente se menciona al obispo que hubo cuando la revista nació…..Con un cura sin memoria de sus compañeros anteriores, en el sitio que él ocupa hoy, se nota que su fraternidad sacerdotal brilla por su ausencia…» Conclusión Estoy plenamente convencido que los curas sin memoria son herramientas de la maldad más oscura del ser humano: la soberbia de creerse que antes de ellos nada hubo, después de ellos vendrá el hundimiento de la Iglesia. Por esto, el Blog Semblanzas Sacerdotales, situado en Religión en Libertad, está teniendo tanto eco en los amigos lectores, porque soy un convencido que quien no es agradecido a los curas anteriores, actuales o futuros, es un completo desgraciado perdido en la niebla de los árboles de un bosque, que le impiden ver a Cristo, único y eterno Pastor de su Iglesia. Tomás de la Torre Lendínez
La memoria de la Iglesia es la memoria de los curas
| 09 abril, 2015
La memoria generosa es semilla de humildad y de sinceridad. No hay Iglesia sin comienzo en los apóstoles y continuidad en los siguientes presbíteros y fieles. Lo demás es vacuidad,orgullo y pequeñez.
Un abrazo,don Tomás.