Existe gente que está siempre por encima del bien y del mal. Sobre todo si los medios informativos lo han elevado a los altares laicistas. Este es el caso del padre Ángel, hombre bueno a ojos de una sociedad opulenta vuelta de espaldas a las miserias humanas. El fundador de Mensajeros de la paz es mirado y admirado por la progresía dominante en España y muchos pueblos extranjeros, donde cuando suceden calamidades acude en cuanto puede. Es un pájaro de buena voluntad pero fuera de jaula. Ahora, desde hace unos meses, le han dado una jaula: la iglesia de San Antón, en pleno centro de Madrid, donde han colocado un reclamo publicitario: templo open 24 horas. El cura asturiano no es para estar al frente de una comunidad parroquial, sino de su organización Mensajeros de la paz. Los sucesos acontecidos en el interior de un templo católico no los ha medido en todo su alcance dentro del efecto de tirar una piedra dentro de las aguas tranquilas de un estanque. El arzobispo de Madrid se ha equivocado al darle una parroquia, le ha abroncado con una nota pública, y Ángel insiste en sostenella y no enmendalla. Afirma, sin inmutarse, que volvería a hacer lo mismo, pero esta vez «en la plaza de Colón». Ángel no es para estar enjaulado en una parroquia del centro de Madrid. Es para que siga al frente de su gran organización no gubernamental, aunque por su edad sea más representativa que activa, pero nada más. Los efectos de las olas en el estanque no se han detenido. Por toda España corre un frio por la médula espinal de muchos obispos y curas de parroquia, donde, tras los sucesos de San Antón de Madrid, se van a montar circos semejantes al ocurrido hace unos días. ¿Qué hará el cura equis cuando le pidan algo similar a montar en su templo?. ¿Qué hará el obispo titular cuando reciba que el cura tal se ha negado a un circo como el de Madrid? El portillo abierto por Ángel es dificil de calibrar, hasta fuera de España, porque en Roma no existe legislación para canalizar números circenses como el acaecido en Madrid. Las consecuencias de lo de San Antón son muy grandes, aunque Ángel siga afirmando que ahora lo haría en la plaza de Colón. El precedente ya está montado y le han colado al cura Ángel un golazo por toda la escuadra, ha roto la red y el balón le pegará en la cara a algún espectador. Lo veremos y lo contaremos. Tomás de la Torre Lendínez
La insensatez imprevisible del padre Ángel
| 19 junio, 2015
Sí quiere rezar por su alma, hágalo a título particular. La que ha organizado es de órdago, pues con el supuesto homenaje en una Iglesia Católica ha situado al lobby gay en donde nunca debería de haber estado.
El tal P.Ángel es un sacerdote, lo cual quiere decir que tiene que actuar a imagen y semejanza de Dios Nuestro Señor. Una cosa es ayudar, apoyar y entender a un homosexual cualquiera, como muy bien dice el catecismo, otra es hacer apología del lobby gay, y por sí era poco, lo organiza en una Iglesia católica. Se supone con el permiso del arzobispo de la diócesis en cuestión.
Es así, tal como lo dices, en el alcance y
la repercusión de este acto del cura asturiano.
¿Hubiera hecho esto mismo en Oviedo?
Que pruebe, despues de hacerlo en Colón…
Me permito transcribirte un post que acabo de colocar:
«Don Angel, se está mofando del Arzobispo Osoro, de sus compañeros sacerdotes y de la diócesis de Madrid».