La ciudad de Roma, eterna capital de la cristiandad, vivió ayer otra página gloriosa de su historia. Todo salió como estaba previsto en el guión de las ceremonias importantes de la Iglesia Católica. Benedicto XVI tuvo una homilía preciosa, profunda, fraternal, teológica, litúrgica, bíblica y literariamente exquisita. El Beato Juan Pablo II estará alegre por la multitud de fieles presentes en la plaza de San Pedro y por los millones que lo han seguido por televisión.
Pero la ciudad de Roma, no sería la Roma milenaria, si no ocurriera lo que pasó: la defunción repentina del cardenal emérito de Valencia, don Agustín García Gasco. Ya han empezado los rumores en los digitales de siempre sembrando sospechas peliculeras y de mala novela negra sobre esta triste e inesperada muerte.
Quien desee saborear la simpar homilía de Benedicto XVI, está entera publicada, si el amado lector pulsa aquí.
Para mí es una pieza literaria perfecta. Tanto en la forma, se nota que está realizada por las manos de un Papa músico, una pluma suave, pero clara, una densa lluvia, pero no torrencial; como en el fondo, aparece un Papa teólogo, amigo, compañero, perspicaz, orante, biblista, liturgista, mariano, y agradecido a Dios y a la Madre Iglesia.
La imprevista desaparición del cardenal García Gasco es una llamada de Dios a todos los presentes en el acto de elevación a los altares del Beato Juan Pablo II. Es la prueba de la finitud humana, es la evidencia de la debilidad en la salud del ser humano, aunque se ostente ser el cardenal emérito de la diócesis de Valencia, donde don Agustín trabajó profundamente y Benedicto XVI se lo pagó con el cardenalato.
Los datos de la noticia, también, están publicados. El lector que desee verlos con tranquilidad pinchando aquí.
Mientras, toda la prensa de papel y digital izquierdista está rechinando los dientes contra el nuevo Beato, contra la Iglesia, contra los actos masivos, contra…..el hombre que redujo a cenizas el marxismo y el comunismo, sustento mental izquierdista. Estos enfados son las señales de que el Espíritu Santo ha vencido otra vez al mal.
Tomás de la Torre Lendínez
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Lean, por favor:
Será enterrado en Valencia
Blog del padre Tomás
http://hal2.blogcindario.com/2011/05/00080-sera-enterrado-en-valencia.html
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