Tomado del diario El Mundo
«Perdón por haberos hecho esperar, se me habían complicado unos asuntos». Donald Trump comenzaba así, con uno de sus típicos chistes, su primera comparecencia pública para celebrar la victoria en las urnas que le ha llevado a convertirse en el 45º presidente electo de Estados Unidos. Pero, excepto por esa broma, el millonario ha adoptado un tono inusualmente conciliador en su primer discurso tras arrebatarle las llaves de las Casa Blanca a Hillary Clinton.
La prueba es que se ha deshecho en elogios hacia la candidata demócrata, a quien el millonario hasta hace unas horas insultaba duramente y amenazaba con llevar a la cárcel en caso de convertirse él en presidente, como ha ocurrido.
«Acabo de recibir una llamada de Clinton. Nos ha felicitado por la vitoria», aseguraba Trump al filo de las 3.00 de la madrugada de Nueva York, las 9.00 horas en España, rodeado de su mujer Melania y de sus hijos. «Yo le felicito a ella por su gran campaña y por los servicios que ha prestado al país».