| 29 octubre, 2016
En este edificio del parlamento español se corta hoy el interinato de diez largos meses sin un gobierno. La piedra colocada en la mitad del camino ha desaparecido, por ahora.
A partir de mañana se inicia otra etapa con nuevos retos. Uno muy especial: un grupo de circo constante pretende derriba el edificio y colocar un títere que haga «santos» a otros animales parecidos rugiendo aún por tierras de Hispanoamérica.
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Esperemos una sensatez en todos para que la compañía circense disminuya y el sentido común se imponga contra el sinsentido común.
Tomás de la Torre Lendínez