La asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Española que hoy acaba ha pasado casi de puntillas por la prensa generalista. El discurso del presidente, cardenal Rouco, al abrir las sesiones el pasado lunes tuvo poco eco. El punto más destacado, en la prensa, fue el de la situación de las clases de la asignatura de Religión y Moral Católicas en los centros públicos.
Las palabras del nuevo Nuncio de la Santa Sede en España, prácticamente, han pasado desapercibidas en la prensa generalista. La elección de monseñor Asenjo como miembro del Comité Ejecutivo de la Conferencia solamente ha tenido eco en la prensa local de Sevilla, donde ejerce de arzobispo desde primeros de este mes de noviembre. Igualmente, la elección de monseñor García Burillo, obispo de Ávila, como presidente de la Comisión de Patrimonio Artístico ha sido recogida por la prensa de la capital de la diócesis.
Tanto la prensa de derechas, como la de izquierdas, han realizado una somera referencia a que los obispos de España estaban reunidos. Los temas tratados, parece que tampoco han interesado en exceso. Las grandes diatribas de otras reuniones pasadas, son ya eso mismo algo pasado. La opinión pública y publicada ha estado más centrada en el primer paso por el parlamento de la ley del aborto y en la publicación de la editorial única en la prensa catalana demostrando a las claras su sometimiento a la dictadura silenciosa existente en Cataluña.
Hoy habrá rueda de prensa sobre lo tratado en la plenaria de los obispos españoles. Cabe suponer que mañana la prensa generalista recogerá algún aspecto de lo tratado por los obispos sobre todo apoyándose en el documento sobre la crisis económica y en los preparativos sobre la Jornada Mundial de la Juventud, asunto, éste, que es la gran cuestión, el gran pacto entre gobierno, obispos y oposición para que no salten las chispas, las menos posibles, de las relaciones mutuas hasta que pase el verano de 2011, y el Estado pague parte de los gastos de la JMJ y el Papa pueda venir a una España en paz aparente entre la Iglesia y el gobierno.
Los obispos esta mañana y todas las de esta semana se han levantado, después de dormir tranquilos, sin sobresaltos en las primeras páginas de la prensa escrita ocasionados por la Cope en la que había dos profesionales que no aceptaba la izquierda política y eclesial, ni los nacionalismos independentistas. Ahora se han afeitado cada día con una cadena “homologada” y “sumisa”, siendo la cadena de “siempre” pero de rodillas ante el pensamiento único.
Nuestros obispos han tenido una plenaria de perfil bajo, sin titulares en la prensa, sin presencia en los medios nacionales y con la incógnita de que los documentos y notas que puedan emitir hoy serán publicados y dados a conocer al pueblo que lee poco una prensa generalista más preocupada de asuntos políticos, económicos, de corrupción y demás temas candentes.
Solamente, se destacará en gordos titulares algo si el obispo secretario vuelve a tratar el asunto de la excomunión a los abortistas y sus compañeros de viaje. Lo demás pasará sin pena ni gloria en la prensa escrita y generalista de España.
Tomás de la Torre Lendínez
