Este año el Papa desea, en su mensaje con motivo de la Jornada de las Comunicaciones Sociales, que los curas y cualquier católico se meta en este mundo cibernético para comunicar el mensaje cristiano.
El Presidente del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales, Mons. Claudio María Celli, hace dos días, recordó el papel evangelizador de los medios de comunicación, pero exhortó a los comunicadores católicos ‘hacer examen de conciencia y ver si en nuestras comunidades vivimos los valores comunicativos que deseamos impulsar en el mundo’.
Quien desee leer el mensaje de monseñor Celli puede pinchar aquí:
Es un buen reto que nos presenta el Presidente del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales. Cuando los lectores de este blog se acercan a esta pantalla deben buscar si que el que firma estas líneas vive los valores comunicativos que se desea impulsar en el mundo presente.
Es un derecho que tienen los lectores a hacerse esta pregunta: ¿Este cura vive los valores que pregona y firma?. O es un simple vocero de unos hechos y valores con los que no se compromete en su vida.
Este domingo en que el Señor, en el evangelio, invita a Pedro y sus amigos a ‘ser pescadores de hombres’ es muy importante ponerse delante del espejo de la propia conciencia bloguera y preguntarse si uno tiene la misma disponibilidad de Pedro y los demás para decirle al Señor: ‘En tu palabra echaré la red’.
Esta pesca se haría en la red cibernética, en las autopistas de la información y de la opinión religiosa y la barca sería la ventana del blog que está usted leyendo.
Con plena sinceridad afirmo lo que pone el perfil del que rubrica más abajo: llevo muchos años preocupado por la transmisión de los valores del evangelio de Cristo a través de los medios de comunicación. En esta pesca mediática he visto de todo: largas noches donde no se ha pescado nada; varios años donde la respuesta ha sido silenciosa; muchos días ganando amigos oyentes o lectores; y la plena conciencia de que no debe pararse nunca de echar la red en este mundo de la comunicación social.
Aquí seguiremos hasta que el Señor quiera. Ojalá que sea mucho tiempo.
Tomás de la Torre Lendínez