La caída lenta del número de alumnos que desean recibir clases de Religión y Moral Católicas en los centros públicos de toda España es imparable. La información de los obispos españoles indica que la culpa es la actual legislación educativa, la discutida Lomce, parida por el gobierno del partido popular, a quien los obispos inciensan desde sus medios propios de comunicación social. Pero, lo más grave, es lo que dijo el portavoz episcopal hace unos días:, «Es una pena que se pierdan horas de Religión, porque hay mucha gente que come de eso». Con estos argumentos soplando contra un gobierno al que se inciensa; y echando mano a la gente que vive de dar clase de Religión, el problema del descenso en la matricula seguirá lentamente imparable hasta que dentro de unos años, si la situación pagana española no cambia, en que la Religión desaparecerá de los centros públicos, porque no habrá alumnos que la pidan, ni padres que la exijan, como es su deber y derecho legal. La gran causa a la que nadie pone solución es la siguiente: La clase de Religión, según el maestro y amigo Juan Manuel de Prada, debe ser cojonuda, gratificante, atrayente, estimulante, provocadora, valiente, contra todo poder apisonador religioso o social,o idelógico; nunca justificante, servilista, mediocre, animadora, de un mundo pagano que gana adeptos a millares rebajando el listón del mensaje enardecedor de Jesús de Nazaret en su Evangelio, como Buena Noticia de salvación para el niño desde infantil hasta el joven en el bachillerato. El aire actual no favorece esta valentía, porque ¿quienes somos para juzgar o molestar a los demás con las tradicionales impertinencias evangélicas tal como hacía San Pablo en sus comunidades?. Tomás de la Torre Lendínez
«Hay mucha gente que come de eso», portavoz dixit
| 17 marzo, 2015
Con la respuesta tan «brillante» del portavoz episcopal, le propongo reflexionar sobre si 13TV y Cope evangelizaran, en vez de mundanizar, a lo mejor habría más demanda de profesores de Religión y se crearía más puestos de trabajo.
La religión católica tiene que salir cuanto antes de la educación, por supervivencia de la propia religión.
Lo que se enseña es de todo menos religión, y menos católica.
Lo de que mucha gente vive de ello es ya el colmo… Para eso hemos quedado
Me producen vergüenza determinadas respuestas de esos supuestos responsables. Si eres cristiano no puede tener miedo a nombrar a Cristo.
«Al que me niegue ante el Padre yo le negaré»…
Un abrazo,don Tomás.
Se está favoreciendo solapadamente el sacar de las aulas la clase de religión. La religión a las catequesis parroquiales y que vaya quien quiera. Las Delegaciones de Enseñanza, basandose en el Estado aconfesional, han ido atornillando a las direcciones de los centros, para evitar en ellos las manifestaciones religiosas; por ejemplo la misa de acción de gracias al finalizar el curso escolar a la que asistían libremente tanto profesores como alumnos y que ya no se hacen. Y a parte la reducción del horario lectivo. Pero los padres son los que tienen la última palabra y si pidieran la clase de Religión y movilizaran a los sindicatos de enseñanza otro gallo nos cantaría. Pero esta mayoría social pasota y materialista, le da lo mismo ajo que cebolla, pues eso de decir que eres cristiano practicante no está bien visto.
Espero que algún día las ovejas oigan su voz y haya un solo rebaño y un solo pastor.
PAX a todos