Cuando hace tres días este portal era señalado por la masonería como altavoz de levantar insidias contra los grupos amigos de los mandiles y los compases, hoy sale a la actualidad dos verbos: exprimir e imponer. España nunca exprimió a los pueblos indígenas descubiertos por el orbe entero. Siempre acudía con la espada y la cruz, con la cultura y la evangelización, con la lengua y el derecho internacional, nunca esclavizó a los nativos como hicieron otras metrópolis europeas por aquellos siglos de descubrimientos y aventuras nacionales y personales. El método español de evangelizar y colonizar, nunca de exprimir, el Nuevo Mundo fue envidiado por los masones ingleses, quienes pagaron a piratas y corsarios para entrar en guerra de guerrillas y robar lo que fuera el precio que fuese. Estas sectas masónicas inventaron la Leyenda Negra, donde España era un pantagruélico comedor de nativos, exprimidor de vidas y haciendas, ladrón de conciencias y libertades. El daño de aquella Leyenda Negra llega hasta la supina ignorancia de la verdadera obra española en toda la América hispana, demostrada por una altísima autoridad estos días. Encima, las actuales sectas masónicas durmientes en la ONU desean que en España se imponga, como en el mejor del negro tiempo zapaterino, la odiosa asignatura obligatoria de Educación para la ciudadanía, basándose que fue un retroceso el ponerla como competidora a la asignatura de la Religión Católica en los centros públicos. Exprimir e imponer son verbos que conjugan muy bien en las covachas de las logias masónicas, las de ayer y las de hoy, porque el odio de esos amigos de los mandiles a la Religión Católica es jurada con sangre propia cuando el hermano es admitido en los estrechos círculos mentales de la secta más nociva conocida. Quien exprime e impone es un esclavo mental. España como nación siempre ha luchado por vivir la libertad de los hijos de Dios. Aquí tenemos la diferencia con el resto del mundo. Tomás de la Torre Lendínez
Exprimir e imponer
| 08 julio, 2015
No busque enemigos fuera cuando los tiene dentro. La obra de conquista y evangelización de América, que perdura hasta nuestros días, es merito de la Corona de Castilla. Fue la reina Isabel y su confesor el cardenal Cisneros quienes financiaron y alentaron la aventura americana.
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Las grandes civilizaciones no necesitan imponerse por la fuerza bruta. La asimilación o elevación cultural de los pueblos indígenas fue con el beneplácito de los mismos nativos. Las diferentes etnias no desaparecieron como tampoco sus lenguas ni sus costumbres. Si hubiera habido imposición hubiese habido reacción. Pero no la hubo. En la vecina Norteamérica, sí, y la respuesta fue la aniquilación o confinamiento en reservas.
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Esto es algo que el oriente peninsular nunca ha soportado. Su legado histórico se limita a esa parte del Mediterráneo donde las mafias hacen su agosto. Marselleses, corsos, sicilianos, napolitanos, griegos y las plazas del norte de africano donde abunda el integrismo salafista. No queda nada de su cultura a excepción del pillaje, la mafia y la corrupción.
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Siempre dispuestos a rendir pleitesía a cualquier potencia extranjera excepto a la Corona española. Y es precisamente ese oriente donde se acumula la mayor concentración de logias masónicas y paramasónicas cuyo único objetivo es acabar con la América iberoamericana.
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Sin embargo, Ella no permitirá que sea así.
No busque enemigos fuera cuando los tiene dentro. La obra de conquista y evangelización de América, que perdura hasta nuestros días, es merito de la Corona de Castilla. Fue la reina Isabel y su confesor el cardenal Cisneros financiaron y alentaron la aventura americana.
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Las grandes civilizaciones no necesitan imponerse por la fuerza bruta. La asimilación o elevación cultural de los pueblos indígenas fue con el beneplácito de los mismos nativos. Las diferentes etnias no desaparecieron como tampoco sus lenguas ni sus costumbres. Si hubiera habido imposición hubiese habido reacción. Pero no la hubo. En la vecina Norteamérica, sí, y la respuesta fue la aniquilación o confinamiento en reservas.
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Esto es algo que el oriente español nunca ha soportado. Su legado histórico se limita a esa parte del Mediterráneo donde las mafias hacen su agosto. Marselleses, corsos, sicilianos, napolitanos, griegos y las plazas del norte de africano donde abunda el integrismo salafista. No queda nada de su cultura a excepción del pillaje, la mafia y la corrupción.
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Siempre dispuestos a rendir pleitesía a cualquier potencia extranjera excepto a la Corona española. Y es precisamente ese oriente donde se acumula la mayor concentración de logias masónicas y paramasónicas cuyo único objetivo es acabar con la América iberoamericana.
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Sin embargo, Ella no permitirá que sea así.
También el genial poeta chileno Pablo Neruda, comunista hasta los tuétanos, escribió su épico «Canto general» bajo la guía de la Leyenda Negra de invención masónica y tan altavoceada por cierta propoganda marxista ya en el siglo XX.
Tomás, te admiro por tu equilibrio y prudencia.
Dices mucho aparentando no decir nada.
Estábien así.
Yo interpreto esto como síndrome SGCM, a saber
Síndrome Generalizado de Confusión Magisterial.
Me temo que la frase del papa Francisco «La independencia de Hispanoamérica nació de la conciencia de ser exprimidos» va a dar alas a los secesionistas catalanes, cuyo victimismo y el «Espanya ens roba» sirvieron de anzuelo para captar voluntades en favor del separatismo.